CASO JOHNNY GOSH
HOY TRATAREMOS EL CASO
DE JHONNY GOSH, UNA EXTRAÑA DESAPARICIÓN QUE DEJÓ AL PUEBLO DE WST DES MOINES
TOTALMENTE DEBASTADO, POR QUE NO SÓLO FUE ESTE SECUESTRO, SI NO QUE SE RAPTARON
A MAS MENORES Y TRAS ESTAS DESAPARICIONES, HABIAN MUCHAS COSAS QUE NO PARECIAN
SER LÓGICAS.
ESTE CASO, LO TIENE
ABSOLUTAMENTE TODO, FUE UN SUCESO QUE HIZO A LAS PERSONAS DESPERTAR Y VER LA
REALIDAD QUE HAY DETRÁS DE MUCHAS DESAPARICIONES DE NIÑOS Y COMO, LAS
INSTITUCIONES Y ORGANISMOS QUE DEBERIAN AYUDAR A ESTAS FAMILIAS, ES MUCHAS
OCASIONES, SON UN ESCALÓN MÁS EN ESTA ENORME PIRÁMIDE.
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Johnny Gosch (John
David Gosch) nació el 12 de noviembre de 1969 y para el momento de los
hechos, era un niño de 12 años que
vivía en West Des Moines- (Iowa)-
Estados Unidos, junto a su madre Noreen, su padre Johnny Gosh y sus 2 hermanos
mayores.
Johnny, era un niño
muy simpático, cariñoso y responsable. Decidió trabajar como repartidor de periódicos
(algo que posiblemente ya no exista o se haga en pueblos muy pequeñitos de
EEUU) ya que su sueño era poder comprarse una moto.
Aun así, Johnny no
dejó su trabajo como repartidor de periódicos y todos los fines de semana, continuaba
yendo al punto de recogida y haciendo la ruta habitual de entrega .
Había muchos niños y
niñas de la misma edad que Johnny que también repartían periódicos por la zona,
es por eso, que solían ir acompañados de algún amigo, hermano o con alguno de
sus progenitores, aunque de todas formas, por aquel entonces, no se tenía la
misma conciencia sobre el crimen, ni tampoco se le temía a que los niños fuesen
solos de un lugar a otro.
Tenían las calles repartidas y así, ninguno
pasaba por donde ya se hubiese repartido.
Noreen, la madre de
Johnny, había tenido una vida complicada antes de tener a su último hijo pues,
esta mujer, había tenido un matrimonio anterior, pero desgraciadamente, el que
era su marido, fue diagnosticado con una enfermedad terminal. Al poco tiempo de
esta trágica noticia, un tornado se llevó consigo la casa familiar donde
estaban Noreen y los 2 hijos que tenía el matrimonio.
Noreen salió ilesa,
mientras que los 2 niños no se veían por ningún lugar. Los estuvo buscando
hasta que por fin dio con ellos. Los chicos, estaban tumbados boca abajo,
encima de varios cristales rotos y no se movían. Ella se temía lo peor, no
quería acercarse, pero, cuando comenzó a
llover, los niños empezaron llorar, ahí
se dio cuenta que estaban vivos. Fueron atentidos por los médicos y
afortunadamente todo quedó en un susto. Aunque, 2 meses después, fallecería el
marido de Noreen , quedando ella sola al cuidado de sus 2 hijos pequeños,
quienes constantemente le preguntaban dónde estaba su papá y que si a ella
también le iba a pasar lo mismo .todo esto, es importante en el contexto de la
historia para poder entender mejor el sentimiento de frustración e impotencia
que Noreen tuvo que soportar. Llegados a este punto, Se
prometió a si misma ser fuerte y luchar ante cualquier adversidad que le
pusiera la vida, no se imaginaba lo que esta le tendría preparado.
Un tiempo después, cuando
Noreen ya había superado la muerte de su marido y comenzó a disfrutar, una amiga
d ella , le presento a un amigo llamado Johnn Gosh. Ambos se gustaron y unos
años más tarde se casaron, siendo fruto de este matrimonio el 3 hijo de Noreen, Johnny David Gosh.
---DIA DE LOS HECHOS--
El domingo 5 de
septiembre de 1982, antes de que amaneciera, sobre las 6:00 de la mañana, Johnny
Gosch salió de su casa, en un barrio residencial de West Des Moines, para
comenzar su ruta repartiendo periódicos. En muchas ocasiones, Johnny despertaba
a su padre para que le echara una mano con el reparto, pero esta mañana el niño
se llevó consigo a su perro salchicha, Gretchen,
lo amarró a su carrito y se marchó de su casa para ir al punto donde los niños
tenían que recoger el periódico para repartir ese día.
Varios chicos coincidieron
con Johnny en el punto de recogida, y cada uno se dirigió a la zona donde le
tocaba repartir. Por donde estaba Johnny, había 2 chicos más a pocas calles
cubriendo la otra parte del lugar.
Unas horas más tarde,
cuando ya estaba el sol fuera, en la casa familiar de los Gosh, comenzó a sonar
el teléfono una y otra vez, al atender las llamadas, eran vecinos que se
quejaban a los padres de Johnny que su hijo aun no había repartido el periódico
en aquella zona. Los padres de Johnny, pensaron que quizás el pequeño se había
quedado dormido , y que era podría ser la razón de que los periódicos no se
hubiesen repartido, pero al subir a la habitación vieron que Johnny no se
encontraba en ella. John, el padre de Johnny, decidió hacer una búsqueda por el
vecindario, fue rápida porque , a tan solo 2 manzanas de la casa familiar, se
encontraba el carrito rojo de Johnny
lleno de periódicos y a Gretchen, el cual seguía atado a este carrito . Automáticamente,
llamaron a la policía para poner la denuncia de desaparición del menor.
A partir de aquí,
debemos mostrar muchísima atención en todos y cada uno de los detalles, ya que,
comienza toda la trama de este caso. Parte de esta información, se completará
luego
Destacar lo siguiente,
la comisaria estaba a tan solo 10 cuadras, o lo que es lo mismo 1 KM de
distancia en dirección a la casa de los Gosh, no había semáforos en todo el
recorrido, era una ciudad bastante
pequeña, sin embargo, lo que debería de haber sido un trayecto de tan solo 5-10
min hasta llegar a la casa familiar, a la única patrulla que llegó al lugar le
costó 45 min llegar, para , una vez saber que era lo que había ocurrido,
decirle a los padres de Johnny, que esto se trataba de una fuga voluntaria (UN
NIÑO DE 12 AÑOS) , algo que los Gosh
estuvieron negando , además de explicarles a los agentes que el carrito de
Johnny había sido encontrado cerca por lo que el joven se encontraba
repartiendo cuando algo ocurrió.
.Noreen, en sus declaraciones públicas y en su
libro Why Johnny Can’t Come
Home (Por qué
Johnny no puede venir a casa), ha criticado
repetidamente a las autoridades por su tiempo de reacción lento, así como de la
política policial de esa época, según la cual Johnny no podía ser considerado
como desaparecido hasta que no hubieran pasado 72 horas.
--TESTIGOS—
Afortunadamente,
existían testigos que podía aportar
datos que hicieran ver a la policía que el pequeño Johnny no se había ido de
forma voluntaria.
Según el testimonio de
un vecino llamado MIKE 16 años,
Johnny estuvo hablando con un hombre fornido que conducía un Ford Fairmont azul
de dos tonos con matrícula de Nebraska; Mike no sabía sobre qué discutían, porque
estaba observando todo desde la ventana de su habitación, pero si pudo ver que
el conductor del coche, abrió la puerta del copiloto y comenzó a hablar con
John preguntándole por la calle 86. . Mike Bajó y el coche se marchó. Johny se
acercó a él y le dijo que algo no andaba bien, que el hombre que iba en el
coche era muy pesado y no lo dejaba en paz, que cogería su carrito y se marcharía
a casa.
Otro testigo llamado JOHN ROSSI aseguro que Johnny llego a
repartir los periódicos a la calle donde este hombre vivía, una vez que Johnny
dejo el periódico en la casa de ROSSI, este salió a recogerlo. Antes de entrar
de nuevo en su casa, se percató que un coche de paraba junto a Johnny y el
conductor comenzaba a hablar con el joven.
Pasaron pocos minutos pues, en
cuanto el conductor se dio cuenta que ROSSI estaba mirando que sucedía, este
dejó de hablar con Johnny, arranco el vehículo,
giró en “U” y se marchó del lugar. También describió el vehículo, casualmente,
correspondía con el mismo que había visto Mike desde su ventana.
.
--POLICIA--
La tesis en la que se
obcecó la policía de West Des Moines era que Johnny Gosch se había escapado de
casa, e ignoró a muchos de los testigos, incluidos otros 3 repartidores de
periódico que habían visto a varios hombres siguiendo a Gosch a su casa. Los 3
chicos hablaron con Johnny Gosch después de un incidente con un hombre al que Johnny
definió como «extraño»: un tipo que conducía un automóvil se dirigió a él.
Según Johnny les comentó a los otros chicos, el desconocido le produjo una
sensación extraña y les dijo que se iría a casa; cuando se dieron la vuelta,
Gosch estaba siendo seguido por un hombre. Mucha gente cree que
no fue solo un caso de incompetencia policial, sino también de corrupción, pues
lo curioso de todo esto aparte de la incompetencia policial, es que por aquel
momento, el coche policial que solían utilizar los agentes era un FORD FAIRMONT
de colores azules claros, solo que obviamente, el vehículo que se paro ante
Johnny, no tenía ningún distintivo de la policía.
Está bien saber esto y
tenerlo en cuenta, ya que hay muchas teorías con gran peso basadas en que la
policía tuvo algo que ver, escondía algo o tenia información al respecto.
--RECORRIDO--
Os voy a mostrar ahora
en pantalla, el recorrido que Johnny hizo aquella mañana del 5 de septiembre de
1982, extraído a partir de varios testigos que lo vieron en la calle repartir o
lo escucharon cerca a las casas realizando esta labor.
Mike, sobre la 5:45 de
la mañana, escucha el carrito de Johnny, al asomarse por la ventana ve al chico
caminar por la calle de enfrente. En esa recta, ve perfectamente como un coche
se acerca a Johnny, este para y ambos comienzan a hablar.
John Rossi, a se
encontraba fuera de su casa cuando esto ocurre, por lo que ambos testigos están
presenciando la misma escena. John, al ser un hombre mayor, se da cuenta de una
serie de detalles que para Mike pasan desapercibidos, como serian que le
conductor parecía alterado o nervioso, daba la sensación que estaba discutiendo
con Johnny sobre algo, también, este hombre comentó que el conductor del coche
podría estar bebido, ya que fue la impresión que a él le dio por la forma de
gesticular y llevar el vehículo.
Cuando este hombre que
hablaba con el chico s va tras darse cuenta que John Rossi esta observándolo,
deciden reunirse los 3, MIKE, JOHNNY y JOHN en la esquina de la calle.
En ese momento, el
coche vuelve a pasar por la esquina donde están Johnny y los 2 vecinos, pero no
se para.
Cuando John Rossi se
va, Mike, que aun sigue en la esquina, se da cuenta como un hombre bastante
alto, sale de un pequeño bosquecito que hay cerca a las casas, y camina detrás
de Johnny.
Este, sigue caminando,
hasta llegar a una calle donde coincide con 2 compañeros que estaban
repartiendo periódicos por aquella zona, entre ellos se saludan y continúan su
camino. Los 2 chicos en línea recta, Johnny, gira la calle, ahí es donde el
pequeño se pierde.
En la calle que
comenzaba en la esquina donde Johnny giro, un joven escuchó algo bastante
impropio a esas horas de la mañana desde su cuarto, como un porrazo bastante
fuerte al cerrar la puerta de un coche. Esto llamo la curiosidad del chico el
cual se asomo por la ventana y vio como un Ford Fairmont negro y dorado se
marchaba a gran velocidad del lugar, sin detenerse si quiera en un cartel de
“stop” que había al final de la calle.
Cuando este vehículo
abandona la calle, los 2 chicos con los qe se encontró Johnny ya regresaban y
al llegar a la esquina donde lo vieron antes, ya solo quedaba su carrito rojo
abandonado y en él, amarrado Gretchen, su perro salchicha que lo acompañaba.
Con todo eto, tenemos
a un total de 5 personas que decían haber visto a Johnny y que este joven había
sido secuestrado por cómo fue que sucedió todo y lo que ellos pudieron ver.
Gracias a los
testigos Mike y a John Rossi, los cuales
aportaron información del vehículo y pudieron describir al sujeto que conducía,
se pudo hacer un retrato robot del sospechoso a partir de estos datos.
Sin embargo, la
policía , por alguna razón, no quería creer nada acerca dl secuestro, ni tomar
declaraciones a los testigos, porque , para ellos como ya he explicado, Johnny,
un niño de 12 años, se había marchad de forma voluntaria.
Este caso es uno de
los más conocidos de negligencia, ya que era bastante obvio que la policía no quería
buscar a Johnny ni hacer un trabajo, como ya he comentado, no había una ley
especifica que hiciera buscar al menor en el momento, por lo que si la policía
no quería buscarlo porque para ellos “era probable a que fuese una huida
voluntaria “pues no lo hacían.
De hecho, ni siquiera
se abrió una línea de investigación a partir de las declaraciones de los
testigos , ni equipos de búsquedas para conseguir encontrar a Johnny.
Fueron los mismos
vecinos y la familia, los que decidieron organizarse y cubrir toda la ciudad
buscando al pequeño, tanto con vida, con sin ella.
La policía, les decía
a los civiles que participaban en la búsqueda que aquello era una pérdida de
tiempo y que jamás encontrarían al niño ya que este se había escapado.
Aunque fuese así y se
tratase de una huida voluntaria, la policía debería de haber hecho su trabajo y
haberlo buscado para llevarlo nuevamente a casa ya que Johnny era menor de
edad.
Todo esto transcurría
sin que la familia pudiera saber absolutamente nada sobre los coches que tenían
relación con el secuestro y sin que la policía investigase absolutamente nada.
Algunos medios de comunicación
se hicieron eco del caso, Noreeen concedió algunas entrevistas y en medio de
esta vorágine de medios, apareció un hombre que se hacía llamar a sí mismo como
“psíquico”, quien decía saber donde se encontraba el cuerpo de Jhonny, dio la descripción
del lugar, el cual se encontraba a tan solo 2m de la casa de los Gosh. Tras
esto, decidieron también buscar donde este hombre les había dicho, pero no hubo
ningún resultado.
Punto aparte de todo
esto, mencionar que el FBI en ningún momento fue contactado por la policía del
lugar, porque según ellos, no había ningún crimen que investigar…
Por suerte, el pueblo
estaba muy volcado con esta causa, buscaban por su cuenta y además,
consiguieron recaudar más de 30.000 dólares como recompensa a quien diese
alguna pista sobre el paradero de Jhonny, para quien lo entregase a la familia
o por si en algún momento los secuestradores pedían un rescate.
Noreen, como ya hemos
contado al principio del video, había tenido una vida muy complicada y ahora,
parecía que esta tampoco le sonreía.
Era una mujer que ante
los medios se mostraba muy seria, firme. Una madre luchadora que lo único que
quería era volver a ver a su hijo, no lloraba, se mostraba con muchísima
fuerza, y eso, hizo, que se ganara muchos enemigos, pero también seguidores,
personas que querían saber más.
Los enemigos de
Noreen, como ya podemos imaginarnos, era ni más ni menos que la propia policía.
A la cual no le sentaba nada bien que Noreen fuera a programas de TV y contara
que ellos no estaban haciendo nada por buscar a Johnny, mucho menos les gustaba
que esta mujer hiciese ruido sobre la desaparición de su hijo, por lo que
comenzaron a tratarla como una loca y un estorbo.
Muchos agentes
quisieron apartarse del caso, pero no les era posible a todos, solo algunos
pudieron dejar atrás el secuestro de Johnny, los que tuvieron que seguir,
tampoco querían hacer nada por esto y de dedicaban a tratar mal a Noreen cada
vez que ella pedía explicaciones.
Cada vez que Noreen
iba a comisaría a presionar a los agentes sobre la desaparición de jhonny y
quería saber porque no hacían nada, la echaban de comisaria diciéndole los
dejase trabajar, que ella les exigía demasiado y que los presionaba.
El caso llego a las
manos del FBI gracias al pueblo que fue quien lo movilizó, cuando ellos se
hicieron cargo del caso, muchos altos cargos de la policía contactaron con los
superiores para “advertirles” que Noreen estaba desquiciada y que exigía que
hicieran demasiado.
Una de las veces que Noreen
acudió a comisaria, los agentes le dijeron que hasta que ella no probase que
verdaderamente su hijo estaba en peligro, ellos no harían nada.
Gracias a la
iniciativa una vez mas de los vecinos, varias empresas imprimieron carteles con
la cara de Johnny y su descripción , además de aparecer también impresos estos
carteles sobre las cajas de leche
En el FBI, si bien mandaron un agente, le dijeron que no había
pruebas de que hubiese ocurrido un crimen y, por ende, no podían actuar. Noreen
y su marido tomaron a un investigador privado. La policía confundida,
en un momento, hasta quiso detener al investigador privado. Las cosas no
avanzaban y se tornaron muy ríspidas y complejas.
Pocos meses después de la desaparición de Johnny, estallo una
bomba en West des Moines. Pues se descubrió que el jefe de la policía Orval
Cooney, era un corrupto, pero no solo eso, sino que también había estado
haciéndole favores a su familia con multas y otras cosas…También bebía en horas
de trabajo e interfirió en la investigación que estaban llevando a cabo con uno
de sus hijos.
Con todo esto en su contra, Cooney, renuncia a su puesto de jefe
en la policía de West des Moines.
Al ocurrir esto, empieza a girar sobre el caso una posible
hipótesis LA PEDO**** que va de la mano de un experto en el área de los
derechos y seguridad de los menores llamado Kenneth Wooden.
Este experto llegó a la vida de los Gosh para informarles como
trabajaban los secuestradores a la hora de secuestrar niños, como también les
informó sobre las mafias que había dedicadas a la trata de menores.
Si ahora, es complicado llegar a entender como personas adultas
pueden disfrutar haciendo este tipo de cosas o incluso, como es posible que
haya personas que generen cantidades ingentes de dinero, imaginemos como seria
asumir una realidad tan terrible a finales de los 80.. Nadie quería enfrentar
esa realidad pues, los niños durante muchísimo tiempo, iban solos de un lado a
otro, sin necesidad de ir acompañados de una persona mayor pues, nadie pensaba
que existiesen este tipo de depredadores. El pueblo no sabia ni quería saber
nada de esto, solo había algunos expertos en aquellos años que se atrevían a
hablar de esta cruda realidad. Lo peor, es que ya existían muchísimas mafias y
bandas que se dedicaban a secuestrar y abusar de niños.
Esto , hizo cambiar completamente la mentalidad de casi todo el
pueblo, quien ya si creía y veía totalmente evidente la lacra que se escondía
tras todas las desapariciones a las cuales no habían podido dar explicación,
apoyando a un mas a Noreen en su versión, donde ella decía que la policía
estaba ocultando algo , o tenía que ver con el secuestro de Jhonny.
--DIAS ANTES DEL
SECUESTRO--
Hablando sobre la versión de Noreen, vamos a relatar algunas
cosas extrañas que tuvieron lugar días antes de la desaparición de Jhonny,
contadas desde su perspectiva y teniendo en cuenta que es la única versión que
tenemos sobre esto:
En los días anteriores a la desaparición de Johnny, Noreen
recordó que hubo un par de circunstancias llamativas. El 3 de
septiembre, la familia fue a ver un evento deportivo en el colegio donde
jugaría el hermano mayor. Mientras estaban ahí, Johnny le pidió a su madre
permiso para ir a comprar pochoclo. Bajó las gradas y una vez a nivel del piso
un policía se le acercó a hablar. Su padre observó la escena, descendió y le
pidió a su hijo que se mantuviera cerca del campo de juego, a la vista. Johnny
obedeció, se quedó allí, pero vieron que el policía volvió a acercarse a hablar
con él. John volvió a bajar. Johnny hablaba bajo las gradas con el mismo agente
así que su padre le pidió que subiera con él. Johnny le dijo después que el
policía era muy bueno y que cuando él fuera grande quería ser policía. A Noreen
la situación le pareció inusual y no la olvidó.
separó
El 4 de septiembre Johnny fue al cine con su amigo Mark. Cuando
volvió la familia cenó junta y la pasaron bien. A las 21.30 Johnny se fue a
dormir porque dijo que tenía que repartir los diarios al día siguiente.
Aprovechó para preguntar: “¿Puedo ir solo mañana?”. Su padre
respondió: “Supongo que no habría problemas…”. Pero Noreen no estuvo de
acuerdo: “No, tu padre va a ir contigo, está muy oscuro a las seis de
la mañana y no te quiero solo en la calle”.
Johnny le dio un abrazo de buenas noches a su madre y subió la
escalera hacia su dormitorio. Fue la última vez que Noreen vio a su
hijo.
A la 1.30 de la madrugada sonó el teléfono en la casa de los
Gosch. John atendió y Noreen lo escuchó decir: “Sí está bien, sí está
bien, de acuerdo”. Pero cuando Noreen le preguntó quién había llamado,
él respondió que había sido un número equivocado.
Cuando la ausencia de Johnny llegó al primer mes, su madre creó
la Fundación Johnny Gosch para desarrollar un programa de
defensa de menores secuestrados. Empezó a moverse por todos los Estados Unidos.
Unos meses después, Noreen Gosch salió en los medios diciendo que su hijo había
sido visto en Oklahoma: una mujer había dicho que un niño le había pedido ayuda
gritando mientras era arrastrado por dos hombres. Las pocas pistas que
aparecieron no condujeron a ningún sitio.
--COMIENZAN LAS
COINCIDENCIAS--
El 12 de agosto de 1984, Eugene Wade Martin, un
adolescente que también repartía diarios, desapareció en Des Moines.
Tenía 13 años y había nacido el 17 de agosto de 1970. Gene, así
le decían, tenía puesto jeans, una remera gris y blanca con mangas coloradas y
unas zapatillas con tiras blancas en diagonal.
La última vez que lo vieron estaba preparando su paquete de diarios
para distribuir esa mañana. Era una tarea que solía hacer con su
medio hermano mayor. Casualmente, como Johnny, ese día estaba solo.
La situación impresionaba por lo calcada. Los
testigos dijeron que Gene estuvo hablando con un hombre desconocido entre las 5
y las 5.15 de la mañana en la calle 12 y Highway Drive. El hombre tenía entre
30 y 40 años, era de contextura mediana y llevaba un prolijo corte de pelo. La
conversación aparentaba ser amistosa.
El 12 de agosto de 1984, Eugene
Wade Martin, un adolescente que también repartía diarios, desapareció en Des
Moines
El encargado de Gene encontró su bolsa de diarios con diez
periódicos dentro. Cerca de las 7.15 de la mañana llamó a la familia para
decirles lo que estaba pasando y que había encontrado dicha bolsa abandonada en
la esquina de la calle 14 y Highway Drive.
El padre de Eugene llamó a la policía para reportar su
desaparición. La búsqueda comenzó a las 8.40. Los agentes sospecharon desde el
principio que algo malo había pasado y clasificaron la desaparición como un
secuestro. Enseguida pensaron que el caso podría estar conectado con
el de Johnny Gosch ocurrido dos años antes. A pesar de los esfuerzos, no
pudieron hallarlo.
Al momento de su desaparición, Eugene era un chico que adoraba
el fútbol, pescar y los videojuegos. Su padre y su madre adoptiva se
divorciaron luego de este drama y hoy los dos ya han muerto.
El caso jamás fue resuelto.
Septiembre de 1984: visibilizar a las víctimas
La historia de un segundo niño secuestrado con un idéntico modus
operandi sacudió a la pequeña ciudad de Iowa. El diario The
Register publicó avisos a página completa con imágenes e información
de los chicos y una compañía local de camiones puso las fotos de sus caras en
tamaño gigante a los costados de sus vehículos.
La imagen de los niños
desaparecidos estuvo en todos los cartones de leche
En 1985 apareció una nota escrita en un billete de un dólar.
Decía: “Estoy vivo Jhonny gosh”. El billete lo había recibido
una mujer en una tienda de Iowa quien reenvió el billete a la policía. No fue
tomado en cuenta, los detectives pensaron que era una broma macabra
En 1988 la familia recibió una carta, supuestamente de
Johnny, desde Idaho. Ahí decía que había sido secuestrado y obligado a
hacer cosas terribles. Que le habían teñido el pelo y le habían cambiado el
nombre.
Tampoco pudo probarse nada.
Conquista legal
Noreen siempre estuvo convencida que el secuestro de su hijo no
fue al azar. Gracias a su investigador privado que recogió numerosos
testimonios de vecinos supo que Johnny había sido fotografiado varias veces en
su camino al colegio. Dedujo que su hijo era el objetivo de una banda
de pedófilos. La policía le dijo a Noreen que sacar fotos no era un delito
y se terminó el asunto.
Noreen necesitaba hacer lo imposible, sentir que no abandonaba a
su hijo, tener una misión. Con su Fundación Johnny Gosch daba discursos y
conferencias. Llegó a dar 700 en un solo año. “El secuestro de Johnny
tenía que servir para algo. Ese era mi trabajo”, reflexionó Noreen.
El 1 de julio de 1984 el proyecto de ley de Noreen se convirtió
en ley en el estado de Iowa: la nueva ley exigía que las fuerzas del
orden investigaran de inmediato los casos de niños desaparecidos en los que se
sospechaba la existencia de un rapto. Ocho estados más la copiaron. Noreen
terminó hablando en el congreso de los Estados Unidos invitada por el
presidente Ronald Reagan. Su dedicación a la búsqueda de su hijo y a trabajar
por la seguridad de otros chicos que desaparecían a diario en los Estados
Unidos era a tiempo completo.
Noreen siempre estuvo
convencida que el secuestro de su hijo no fue al azar. Gracias a su
investigador privado que recogió numerosos testimonios de vecinos supo que
Johnny había sido fotografiado varias veces en su camino al colegio. Dedujo que
su hijo era el objetivo de una banda de pedófilos
Los años fueron pasando, el caso se mantenía helado y había
pocas esperanzas. Jim Rothstein, un detective de policía retirado de Nueva
York, y Ted Gunderson, un ex jefe de la sucursal del FBI de Los Ángeles,
ayudaban a la familia como podían, pero ninguno pudo dar con una pista
certera.
En 1986, otro chico desapareció en Des Moines. Marc
Allen tenía 13 años y le dijo a su madre que planeaba caminar hasta la
casa de un amigo a pocas cuadras de su casa. Nunca llegó y jamás fue vuelto a
ver. Era el 29 de marzo de 1986.
Era el tercer caso, en el mismo pueblo, en solo cuatro años.
En 1989: ¿una red de pedofilia poderosa?
El primer testimonio real de alguien que supuestamente vio a
Johnny Gosch ocurrió en 1989. Paul Bonacci, de 21 años, estaba
enfrentando un juicio por el abuso de un menor de 5 años. Fue en esta
instancia que confesó que años antes había sido captado, por la fuerza, por una
red de pedofilia y había sido obligado a participar en el secuestro de
Johnny Gosch. Bonacci, que era unos años mayor que Johnny, contó que él
estaba sentado en el asiento de atrás del auto. Era un chico que estaba siendo
usado para secuestrar a otro chico, buscando atraerlo hacia el coche. Según
dijo habría quien hizo que Johnny se acercara y fuera secuestrado. Luego, lo
habrían pasado del auto a una furgoneta a unas cuadras del lugar del secuestro.
Esto coincidía con el testimonio que un vecino de Noreen le
había dado en su momento a su investigador privado, cuando ocurrió el
secuestro: le había dicho que había sentido ruido, se había asomado a la
ventana y había visto pasar un bulto largo envuelto de un auto a una van.
Según Bonacci él oficiaba de señuelo con el que los adultos
atraían a las víctimas jóvenes en centros comerciales y parques. Atrapaban
chicos y los llevaban a lugares aislados para subastarlos, entre los miembros
de la red, por hasta 50 mil dólares. Bonacci habló también de orgías en las que
participaban importantes congresistas, funcionarios públicos y autoridades
policiales. Acusó también al hombre de negocios y político Lawrence King, de
Nebraska, de manejar esta red de prostitución y de haberlo victimizado. El ANILLO
DE FRANKLIN, Caso Franklin, así se lo llamó, era según Bonacci una red
de pedofilia de un grupo con poder que practicaba el satanismo, la mutilación y
el canibalismo de niños.
Noreen Gosch creyó en la
versión de un testigo que años después habló de una red de pedófilos poderosos,
que subastaban niños y hacían orgías
Noreen explicó por qué creía veraz la declaración de Bonacci: “Supe
que lo que Bonacci decía era verdad porque esa información del vecino la
habíamos recolectado con mi investigador privado y nunca la habíamos dado a
conocer ni a la prensa ni a la policía”.
Además, su testimonio habría cobrado importancia luego de
que revelara detalles físicos nunca antes revelados de Johnny. Por
ejemplo una marca de nacimiento que Johnny tenía en el pecho, una cicatriz en
su lengua y una quemadura en su pantorrilla.
También Bonacci fue capaz de contar algunas de las cosas que
Jhonny había echo en su dia a dia, como por ejemplo, acompañar a su madre a
clases de Yoga, algo que era cierto y que no se había mencionado en ningún
medio.
Lamentablemente, en 1990 estos dichos de Bonacci fueron
desestimados por falta de pruebas. La policía sostuvo que este joven no era
creíble y que, según los psiquiatras, padecía trastorno de identidad
disociativa. Quisieron quitarle toda la credibilidad solo por que tenia
trastorno de personalidad. Aun así, hubo un juicio donde Bonacci era acusado por
delitos de abusos a menores. Como decía tener relación con el caso de Jhonny,
Noreen fue citada. Llegado a un punto en el juicio, el jurado quiso hacerle
algunas preguntas Noreen. El juez, le preguntó
a Noreen si ella en los últimos años había visto a Jhonny, a lo que Noreen
guardó silencio. El juez la miró y le recordó que se encontraba bajo juramento
y que no podía mentir ni intentar evadir la pregunta, por lo que le repitió si
ella había visto en los últimos años a Jhonny, ella lo miró y respondió que sí,
y comenzó a relatar lo siguiente:
una madrugada de marzo de 1997, la despertaron alrededor de las
2:30. Tocaron la puerta de su departamento y cuando abrió ahí estaba
Johnny Gosch, su hijo, ya con unos 27 años, acompañado por un hombre
que nunca había visto antes. Dijo que su hijo le dijo que había sido
secuestrado por una red de pedófilos, que había sido dejado de lado por ser
mayor, pero que temía por su vida y que no era seguro para él volver a su casa.
Noreen aseguró que reconoció de inmediato a su hijo quien se
levantó la camisa para mostrarle una marca que tenía de nacimiento en el pecho: “Hablamos
alrededor de una hora o una hora y media. Él estaba con otro hombre, pero no
tengo ni idea de quién era esa persona. Johnny miraba al tipo para obtener aprobación
a la hora de hablar. No dijo dónde estaba viviendo ni dónde iba. La noche en
que vino aquí, llevaba pantalones vaqueros y una camisa, y se había puesto un
abrigo porque era marzo. Hacía frío y su cabello era largo, hasta los hombros y
teñido de negro”.
La imagen que hizo la policía
para poryectar cómo se vería Johnny ya adulto. Su madre contó que una madrugada
de marzo de 1997, tocaron la puerta y cuando abrió ahí estaba su hijo, ya con
unos 27 años, acompañado por un hombre que nunca había visto antes. Dijo que su
Johnny le dijo que había sido secuestrado por una red de pedófilos
Luego dejaron la casa de manera abrupta y se fueron en un auto. Noreen
llamó al FBI para que crearan una imagen robot de ese supuesto Johnny de 27
años.
John padre, quien ya estaba separado de Noreen, dijo no saber si
esto había ocurrido o no y otros pensaron que la visita podía ser cierta, pero
que debía ser alguien simulando ser Johnny.
Tres años después Noreen publicó un libro basado en esa
noche: Por qué Johnny no puede volver a casa.
Sin pistas sólidas, las piezas estrambóticas del rompecabezas no
terminaban de conformar una historia plausible.
Septiembre de 2006: viejas fotos de terror
Los eventos extraños siguieron 24 años después. La
mañana del primero de septiembre de 2006 Noreen enloqueció cuando, en la puerta
de su casa, encontró dentro de un sobre tres fotos (una en colores) que alguien
le dejó. En las imágenes se veían tres chicos, de unos 12 o 13 años, atados y
amordazados sobre una cama. Uno se parecía demasiado a Johnny. El adolescente
tenía puestos los mismos pantalones que llevaba su hijo aquel día.
“¿Por qué están haciendo esto?”, se
preguntó Noreen, “¿cuál es el mensaje?”.
Los investigadores, según ella, le dijeron que las fotos eran
auténticas y que habían sido sacadas en la época del secuestro. Esto coincidía
con lo que Noreen siempre había pensado: su hijo había sido secuestrado por
pedófilos.
La mañana del primero de
septiembre de 2006 Noreen enloqueció cuando, en la puerta de su casa, encontró
dentro de ua puestos los mismos pantalones que llevaba su hijo aquel día
Pero el detective Nelson Zalva, que trabajó en el estado de
Florida, aseguró que esas fotos eran de un caso que él había estado
investigando en Canadá antes de la desaparición de Johnny, entre 1978 y 1979.
Lo cierto es que Zalva no pudo probar lo que decía y Noreen sigue
convencida de que esas imágenes son de su hijo. Zalva dijo que ese
caso no terminó en un arresto porque los chicos habían posado para las fotos
voluntariamente y que no habían admitido que el adulto los hubiera tocado
inapropiadamente. Zalva no pudo dar más detalles con lo cual nada pudo
probarse. Dijo: “Probablemente los padres encontraron las fotos y llamaron a la
policía. Investigamos, identificamos a los chicos, pero ahí quedó todo”.
En cuanto a Paul Bonacci, se le entrevisto en varias ocasiones
para un conocido programa llamado “los más buscados de América” donde se le
pregunto por la supuesta red y los abusos que él había sufrido. Paul narró que
el tenia este trastorno de personalidad a consecuencia de os abusos que desde
pequeño tuvo que soportar, luego, fue por obligación ingresado en esta red ,
donde los abusos continuaron, según Bonacci, llego un punto en el que era, o
seguir siendo víctima, o convertirte en el verdugo. Escogió la 2 opción.
Acordarse de los hechos le llevo muchísimo tiempo ya que, según contaba, había
momentos en que actuaba una personalidad y a veces actuaba otra, siendo así muy
complicado poder unir toda la información.
Sobre la red, hablo de su nombre “ el anillo de franklin” y de
cómo en muchas ocasiones, llevaban a los chicos a una casa en medio de la nada
ubicada en California.
El programa decidió ir al lugar acompañado de Paul y hacer un
programa sobre aquello. No esperaban encontrar lo que encontraron ya que una
vez llegaron al lugar, dicha casa existía. Pero no solo eso pues al entrar en
ella, Paul conocía el acceso a un túnel bajo tierra que tenia esta vivienda, el
cual desembocaba en una especie de zulo donde había grabados en las paredes con
nombres de varios niños.
Paul en la grabación de este reportaje estaba bastante afectado,
muchas veces lloró y también parecía sufrir ataques de ansiedad debido a tener
que recordar todo los sucedido.
Mientras dure la esperanza
Noreen y John padre se separaron en 1993. El padre de Johnny fue
levemente sospechado por algunos sin pruebas de ningún tipo.
Las teorías sobre lo ocurrido hasta hoy, son:
* Que el secuestro fue organizado por una red de pederastas
integrada por policías y gente con mucho dinero y poder.
* Que el padre de Johnny podría haber estado involucrado en esa
red por esos extraños llamados telefónicos en la madrugada.
* Que Johnny Gosch está vivo y se llama ahora Jeff Gannon.
Han pasado casi 39 años desde
que Johnny se evaporó. Noreen no se entrega y hasta hoy se muestra convencida
de que su hijo está vivo
Noreen luego de su divorcio alimentó la idea de que su ex era
abusivo y cruel. En su libro contó que él llevó una vez a Johnny a una base
de la Fuerza Aérea y que su hijo había retornado con pérdida de memoria. Dejó
sembrada la duda sobre que podría haber estado involucrado con la gente que
secuestró a su hijo. Pero lo cierto es que ni los otros hijos de la pareja
ni el resto de la familia de Noreen hablaron jamás de que John fuera un hombre
abusivo o violento.
En el año 2014, se emitió un documental llamado Quién
secuestró a Johnny. Sus padres fueron entrevistados para la filmación.
Han pasado casi 39 años desde que Johnny se evaporó. Noreen
no se entrega y hasta hoy se muestra convencida de que su hijo está vivo.
Espera que algún día un Johnny adulto pierda el miedo y vuelva a tocarle la
puerta.
Mientras viva, para ella, la esperanza será siempre su bien más
preciado y el motor que la empuje a seguir luchando.
VÍDEOS TRATANDO EL SUCESO:
1º Parte:
3º Parte:
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