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CASO JOHNNY GOSH


HOY TRATAREMOS EL CASO DE JHONNY GOSH, UNA EXTRAÑA DESAPARICIÓN QUE DEJÓ AL PUEBLO DE WST DES MOINES TOTALMENTE DEBASTADO, POR QUE NO SÓLO FUE ESTE SECUESTRO, SI NO QUE SE RAPTARON A MAS MENORES Y TRAS ESTAS DESAPARICIONES, HABIAN MUCHAS COSAS QUE NO PARECIAN SER LÓGICAS.

ESTE CASO, LO TIENE ABSOLUTAMENTE TODO, FUE UN SUCESO QUE HIZO A LAS PERSONAS DESPERTAR Y VER LA REALIDAD QUE HAY DETRÁS DE MUCHAS DESAPARICIONES DE NIÑOS Y COMO, LAS INSTITUCIONES Y ORGANISMOS QUE DEBERIAN AYUDAR A ESTAS FAMILIAS, ES MUCHAS OCASIONES, SON UN ESCALÓN MÁS EN ESTA ENORME PIRÁMIDE.

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Johnny Gosch (John David Gosch) nació el 12 de noviembre de 1969 y para el momento de los hechos,  era un niño de 12 años que vivía en  West Des Moines- (Iowa)- Estados Unidos, junto a su madre Noreen, su padre Johnny Gosh y sus 2 hermanos mayores.

Johnny, era un niño muy simpático, cariñoso y responsable. Decidió trabajar como repartidor de periódicos (algo que posiblemente ya no exista o se haga en pueblos muy pequeñitos de EEUU) ya que su sueño era poder comprarse una moto.

Aun así, Johnny no dejó su trabajo como repartidor de periódicos y todos los fines de semana, continuaba yendo al punto de recogida y haciendo la ruta habitual de entrega .

Había muchos niños y niñas de la misma edad que Johnny que también repartían periódicos por la zona, es por eso, que solían ir acompañados de algún amigo, hermano o con alguno de sus progenitores, aunque de todas formas, por aquel entonces, no se tenía la misma conciencia sobre el crimen, ni tampoco se le temía a que los niños fuesen solos de un lugar a otro.

 Tenían las calles repartidas y así, ninguno pasaba por donde ya se hubiese repartido.

Noreen, la madre de Johnny, había tenido una vida complicada antes de tener a su último hijo pues, esta mujer, había tenido un matrimonio anterior, pero desgraciadamente, el que era su marido, fue diagnosticado con una enfermedad terminal. Al poco tiempo de esta trágica noticia, un tornado se llevó consigo la casa familiar donde estaban Noreen y los 2 hijos que tenía el matrimonio.

Noreen salió ilesa, mientras que los 2 niños no se veían por ningún lugar. Los estuvo buscando hasta que por fin dio con ellos. Los chicos, estaban tumbados boca abajo, encima de varios cristales rotos y no se movían. Ella se temía lo peor, no quería acercarse,  pero, cuando comenzó a llover, los niños empezaron  llorar, ahí se dio cuenta que estaban vivos. Fueron atentidos por los médicos y afortunadamente todo quedó en un susto. Aunque, 2 meses después, fallecería el marido de Noreen , quedando ella sola al cuidado de sus 2 hijos pequeños, quienes constantemente le preguntaban dónde estaba su papá y que si a ella también le iba a pasar lo mismo .todo esto, es importante en el contexto de la historia para poder entender mejor el sentimiento de frustración e impotencia que Noreen tuvo que soportar. Llegados a este punto,   Se prometió a si misma ser fuerte y luchar ante cualquier adversidad que le pusiera la vida, no se imaginaba lo que esta le tendría preparado.

Un tiempo después, cuando Noreen ya había superado la muerte de su marido y comenzó a disfrutar, una amiga d ella , le presento a un amigo llamado Johnn Gosh. Ambos se gustaron y unos años más tarde se casaron, siendo fruto de este matrimonio  el 3 hijo de Noreen, Johnny David Gosh.

 

---DIA DE LOS HECHOS--

El domingo 5 de septiembre de 1982, antes de que amaneciera, sobre las 6:00 de la mañana, Johnny Gosch salió de su casa, en un barrio residencial de West Des Moines, para comenzar su ruta repartiendo periódicos. En muchas ocasiones, Johnny despertaba a su padre para que le echara una mano con el reparto, pero esta mañana el niño se llevó consigo a su perro salchicha, Gretchen, lo amarró a su carrito y se marchó de su casa para ir al punto donde los niños tenían que recoger el periódico para repartir ese día.

Varios chicos coincidieron con Johnny en el punto de recogida, y cada uno se dirigió a la zona donde le tocaba repartir. Por donde estaba Johnny, había 2 chicos más a pocas calles cubriendo la otra parte del lugar.

Unas horas más tarde, cuando ya estaba el sol fuera, en la casa familiar de los Gosh, comenzó a sonar el teléfono una y otra vez, al atender las llamadas, eran vecinos que se quejaban a los padres de Johnny que su hijo aun no había repartido el periódico en aquella zona. Los padres de Johnny, pensaron que quizás el pequeño se había quedado dormido , y que era podría ser la razón de que los periódicos no se hubiesen repartido, pero al subir a la habitación vieron que Johnny no se encontraba en ella. John, el padre de Johnny, decidió hacer una búsqueda por el vecindario, fue rápida porque , a tan solo 2 manzanas de la casa familiar, se encontraba el carrito rojo de Johnny  lleno de periódicos y a Gretchen, el cual seguía atado a este carrito . Automáticamente, llamaron a la policía para poner la denuncia de desaparición del menor.

A partir de aquí, debemos mostrar muchísima atención en todos y cada uno de los detalles, ya que, comienza toda la trama de este caso. Parte de esta información, se completará luego

Destacar lo siguiente, la comisaria estaba a tan solo 10 cuadras, o lo que es lo mismo 1 KM de distancia en dirección a la casa de los Gosh, no había semáforos en todo el recorrido, era  una ciudad bastante pequeña, sin embargo, lo que debería de haber sido un trayecto de tan solo 5-10 min hasta llegar a la casa familiar, a la única patrulla que llegó al lugar le costó 45 min llegar, para , una vez saber que era lo que había ocurrido, decirle a los padres de Johnny, que esto se trataba de una fuga voluntaria (UN NIÑO DE 12  AÑOS) , algo que los Gosh estuvieron negando , además de explicarles a los agentes que el carrito de Johnny había sido encontrado cerca por lo que el joven se encontraba repartiendo cuando algo ocurrió.

.Noreen, en sus declaraciones públicas y en su libro Why Johnny Can’t Come Home (Por qué Johnny no puede venir a casa), ha criticado repetidamente a las autoridades por su tiempo de reacción lento, así como de la política policial de esa época, según la cual Johnny no podía ser considerado como desaparecido hasta que no hubieran pasado 72 horas.

--TESTIGOS—

Afortunadamente, existían  testigos que podía aportar datos que hicieran ver a la policía que el pequeño Johnny no se había ido de forma voluntaria.

Según el testimonio de un vecino llamado MIKE 16 años, Johnny estuvo hablando con un hombre fornido que conducía un Ford Fairmont azul de dos tonos con matrícula de Nebraska; Mike no sabía sobre qué discutían, porque estaba observando todo desde la ventana de su habitación, pero si pudo ver que el conductor del coche, abrió la puerta del copiloto y comenzó a hablar con John preguntándole por la calle 86. . Mike Bajó y el coche se marchó. Johny se acercó a él y le dijo que algo no andaba bien, que el hombre que iba en el coche era muy pesado y no lo dejaba en paz, que cogería su carrito y se marcharía a casa.

 

Otro testigo llamado JOHN ROSSI aseguro que Johnny llego a repartir los periódicos a la calle donde este hombre vivía, una vez que Johnny dejo el periódico en la casa de ROSSI, este salió a recogerlo. Antes de entrar de nuevo en su casa, se percató que un coche de paraba junto a Johnny y el conductor comenzaba a hablar con el joven.

 

Pasaron pocos minutos pues, en cuanto el conductor se dio cuenta que ROSSI estaba mirando que sucedía, este dejó de hablar con Johnny,  arranco el vehículo, giró en “U” y se marchó del lugar. También describió el vehículo, casualmente, correspondía con el mismo que había visto Mike desde su ventana.

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--POLICIA--

 

La tesis en la que se obcecó la policía de West Des Moines era que Johnny Gosch se había escapado de casa, e ignoró a muchos de los testigos, incluidos otros 3 repartidores de periódico que habían visto a varios hombres siguiendo a Gosch a su casa. Los 3 chicos hablaron con Johnny Gosch después de un incidente con un hombre al que Johnny definió como «extraño»: un tipo que conducía un automóvil se dirigió a él. Según Johnny les comentó a los otros chicos, el desconocido le produjo una sensación extraña y les dijo que se iría a casa; cuando se dieron la vuelta, Gosch estaba siendo seguido por un hombre. Mucha gente cree que no fue solo un caso de incompetencia policial, sino también de corrupción, pues lo curioso de todo esto aparte de la incompetencia policial, es que por aquel momento, el coche policial que solían utilizar los agentes era un FORD FAIRMONT de colores azules claros, solo que obviamente, el vehículo que se paro ante Johnny, no tenía ningún distintivo de la policía.

Está bien saber esto y tenerlo en cuenta, ya que hay muchas teorías con gran peso basadas en que la policía tuvo algo que ver, escondía algo o tenia información al respecto.

 

--RECORRIDO--

 

Os voy a mostrar ahora en pantalla, el recorrido que Johnny hizo aquella mañana del 5 de septiembre de 1982, extraído a partir de varios testigos que lo vieron en la calle repartir o lo escucharon cerca a las casas realizando esta labor.

Mike, sobre la 5:45 de la mañana, escucha el carrito de Johnny, al asomarse por la ventana ve al chico caminar por la calle de enfrente. En esa recta, ve perfectamente como un coche se acerca a Johnny, este para y ambos comienzan a hablar.

John Rossi, a se encontraba fuera de su casa cuando esto ocurre, por lo que ambos testigos están presenciando la misma escena. John, al ser un hombre mayor, se da cuenta de una serie de detalles que para Mike pasan desapercibidos, como serian que le conductor parecía alterado o nervioso, daba la sensación que estaba discutiendo con Johnny sobre algo, también, este hombre comentó que el conductor del coche podría estar bebido, ya que fue la impresión que a él le dio por la forma de gesticular y llevar el vehículo.

Cuando este hombre que hablaba con el chico s va tras darse cuenta que John Rossi esta observándolo, deciden reunirse los 3, MIKE, JOHNNY y JOHN en la esquina de la calle.

En ese momento, el coche vuelve a pasar por la esquina donde están Johnny y los 2 vecinos, pero no se para.

Cuando John Rossi se va, Mike, que aun sigue en la esquina, se da cuenta como un hombre bastante alto, sale de un pequeño bosquecito que hay cerca a las casas, y camina detrás de Johnny.

Este, sigue caminando, hasta llegar a una calle donde coincide con 2 compañeros que estaban repartiendo periódicos por aquella zona, entre ellos se saludan y continúan su camino. Los 2 chicos en línea recta, Johnny, gira la calle, ahí es donde el pequeño se pierde.

 

 

En la calle que comenzaba en la esquina donde Johnny giro, un joven escuchó algo bastante impropio a esas horas de la mañana desde su cuarto, como un porrazo bastante fuerte al cerrar la puerta de un coche. Esto llamo la curiosidad del chico el cual se asomo por la ventana y vio como un Ford Fairmont negro y dorado se marchaba a gran velocidad del lugar, sin detenerse si quiera en un cartel de “stop” que había al final de la calle.

Cuando este vehículo abandona la calle, los 2 chicos con los qe se encontró Johnny ya regresaban y al llegar a la esquina donde lo vieron antes, ya solo quedaba su carrito rojo abandonado y en él, amarrado Gretchen, su perro salchicha que lo acompañaba.

Con todo eto, tenemos a un total de 5 personas que decían haber visto a Johnny y que este joven había sido secuestrado por cómo fue que sucedió todo y lo que ellos pudieron ver.

 

Gracias a los testigos  Mike y a John Rossi, los cuales aportaron información del vehículo y pudieron describir al sujeto que conducía, se pudo hacer un retrato robot del sospechoso a partir de estos datos.

 

Sin embargo, la policía , por alguna razón, no quería creer nada acerca dl secuestro, ni tomar declaraciones a los testigos, porque , para ellos como ya he explicado, Johnny, un niño de 12 años, se había marchad de forma voluntaria.

Este caso es uno de los más conocidos de negligencia, ya que era bastante obvio que la policía no quería buscar a Johnny ni hacer un trabajo, como ya he comentado, no había una ley especifica que hiciera buscar al menor en el momento, por lo que si la policía no quería buscarlo porque para ellos “era probable a que fuese una huida voluntaria “pues no lo hacían.

De hecho, ni siquiera se abrió una línea de investigación a partir de las declaraciones de los testigos , ni equipos de búsquedas para conseguir encontrar a Johnny.

Fueron los mismos vecinos y la familia, los que decidieron organizarse y cubrir toda la ciudad buscando al pequeño, tanto con vida, con sin ella.

La policía, les decía a los civiles que participaban en la búsqueda que aquello era una pérdida de tiempo y que jamás encontrarían al niño ya que este se había escapado.

Aunque fuese así y se tratase de una huida voluntaria, la policía debería de haber hecho su trabajo y haberlo buscado para llevarlo nuevamente a casa ya que Johnny era menor de edad.

Todo esto transcurría sin que la familia pudiera saber absolutamente nada sobre los coches que tenían relación con el secuestro y sin que la policía investigase absolutamente nada.

Algunos medios de comunicación se hicieron eco del caso, Noreeen concedió algunas entrevistas y en medio de esta vorágine de medios, apareció un hombre que se hacía llamar a sí mismo como “psíquico”, quien decía saber donde se encontraba el cuerpo de Jhonny, dio la descripción del lugar, el cual se encontraba a tan solo 2m de la casa de los Gosh. Tras esto, decidieron también buscar donde este hombre les había dicho, pero no hubo ningún resultado.

 

Punto aparte de todo esto, mencionar que el FBI en ningún momento fue contactado por la policía del lugar, porque según ellos, no había ningún crimen que investigar…

Por suerte, el pueblo estaba muy volcado con esta causa, buscaban por su cuenta y además, consiguieron recaudar más de 30.000 dólares como recompensa a quien diese alguna pista sobre el paradero de Jhonny, para quien lo entregase a la familia o por si en algún momento los secuestradores pedían un rescate.

 

Noreen, como ya hemos contado al principio del video, había tenido una vida muy complicada y ahora, parecía que esta tampoco le sonreía.

Era una mujer que ante los medios se mostraba muy seria, firme. Una madre luchadora que lo único que quería era volver a ver a su hijo, no lloraba, se mostraba con muchísima fuerza, y eso, hizo, que se ganara muchos enemigos, pero también seguidores, personas que querían saber más.

Los enemigos de Noreen, como ya podemos imaginarnos, era ni más ni menos que la propia policía. A la cual no le sentaba nada bien que Noreen fuera a programas de TV y contara que ellos no estaban haciendo nada por buscar a Johnny, mucho menos les gustaba que esta mujer hiciese ruido sobre la desaparición de su hijo, por lo que comenzaron a tratarla como una loca y un estorbo.

 

Muchos agentes quisieron apartarse del caso, pero no les era posible a todos, solo algunos pudieron dejar atrás el secuestro de Johnny, los que tuvieron que seguir, tampoco querían hacer nada por esto y de dedicaban a tratar mal a Noreen cada vez que ella pedía explicaciones.

 

Cada vez que Noreen iba a comisaría a presionar a los agentes sobre la desaparición de jhonny y quería saber porque no hacían nada, la echaban de comisaria diciéndole los dejase trabajar, que ella les exigía demasiado y que los presionaba.

 

El caso llego a las manos del FBI gracias al pueblo que fue quien lo movilizó, cuando ellos se hicieron cargo del caso, muchos altos cargos de la policía contactaron con los superiores para “advertirles” que Noreen estaba desquiciada y que exigía que hicieran demasiado.

 

Una de las veces que Noreen acudió a comisaria, los agentes le dijeron que hasta que ella no probase que verdaderamente su hijo estaba en peligro, ellos no harían nada.

 

Gracias a la iniciativa una vez mas de los vecinos, varias empresas imprimieron carteles con la cara de Johnny y su descripción , además de aparecer también impresos estos carteles sobre las cajas de leche

 

En el FBI, si bien mandaron un agente, le dijeron que no había pruebas de que hubiese ocurrido un crimen y, por ende, no podían actuar. Noreen y su marido tomaron a un investigador privado. La policía confundida, en un momento, hasta quiso detener al investigador privado. Las cosas no avanzaban y se tornaron muy ríspidas y complejas.

Pocos meses después de la desaparición de Johnny, estallo una bomba en West des Moines. Pues se descubrió que el jefe de la policía Orval Cooney, era un corrupto, pero no solo eso, sino que también había estado haciéndole favores a su familia con multas y otras cosas…También bebía en horas de trabajo e interfirió en la investigación que estaban llevando a cabo con uno de sus hijos.

Con todo esto en su contra, Cooney, renuncia a su puesto de jefe en la policía de West des Moines.

Al ocurrir esto, empieza a girar sobre el caso una posible hipótesis LA PEDO**** que va de la mano de un experto en el área de los derechos y seguridad de los menores llamado Kenneth Wooden.

Este experto llegó a la vida de los Gosh para informarles como trabajaban los secuestradores a la hora de secuestrar niños, como también les informó sobre las mafias que había dedicadas a la trata de menores.

Si ahora, es complicado llegar a entender como personas adultas pueden disfrutar haciendo este tipo de cosas o incluso, como es posible que haya personas que generen cantidades ingentes de dinero, imaginemos como seria asumir una realidad tan terrible a finales de los 80.. Nadie quería enfrentar esa realidad pues, los niños durante muchísimo tiempo, iban solos de un lado a otro, sin necesidad de ir acompañados de una persona mayor pues, nadie pensaba que existiesen este tipo de depredadores. El pueblo no sabia ni quería saber nada de esto, solo había algunos expertos en aquellos años que se atrevían a hablar de esta cruda realidad. Lo peor, es que ya existían muchísimas mafias y bandas que se dedicaban a secuestrar y abusar de niños.

Esto , hizo cambiar completamente la mentalidad de casi todo el pueblo, quien ya si creía y veía totalmente evidente la lacra que se escondía tras todas las desapariciones a las cuales no habían podido dar explicación, apoyando a un mas a Noreen en su versión, donde ella decía que la policía estaba ocultando algo , o tenía que ver con el secuestro de Jhonny.

--DIAS ANTES DEL SECUESTRO--

Hablando sobre la versión de Noreen, vamos a relatar algunas cosas extrañas que tuvieron lugar días antes de la desaparición de Jhonny, contadas desde su perspectiva y teniendo en cuenta que es la única versión que tenemos sobre esto:

En los días anteriores a la desaparición de Johnny, Noreen recordó que hubo un par de circunstancias llamativas. El 3 de septiembre, la familia fue a ver un evento deportivo en el colegio donde jugaría el hermano mayor. Mientras estaban ahí, Johnny le pidió a su madre permiso para ir a comprar pochoclo. Bajó las gradas y una vez a nivel del piso un policía se le acercó a hablar. Su padre observó la escena, descendió y le pidió a su hijo que se mantuviera cerca del campo de juego, a la vista. Johnny obedeció, se quedó allí, pero vieron que el policía volvió a acercarse a hablar con él. John volvió a bajar. Johnny hablaba bajo las gradas con el mismo agente así que su padre le pidió que subiera con él. Johnny le dijo después que el policía era muy bueno y que cuando él fuera grande quería ser policía. A Noreen la situación le pareció inusual y no la olvidó.

 

 

 

 

separó

El 4 de septiembre Johnny fue al cine con su amigo Mark. Cuando volvió la familia cenó junta y la pasaron bien. A las 21.30 Johnny se fue a dormir porque dijo que tenía que repartir los diarios al día siguiente. Aprovechó para preguntar: “¿Puedo ir solo mañana?”. Su padre respondió: “Supongo que no habría problemas…”. Pero Noreen no estuvo de acuerdo: “No, tu padre va a ir contigo, está muy oscuro a las seis de la mañana y no te quiero solo en la calle”.

Johnny le dio un abrazo de buenas noches a su madre y subió la escalera hacia su dormitorio. Fue la última vez que Noreen vio a su hijo.

A la 1.30 de la madrugada sonó el teléfono en la casa de los Gosch. John atendió y Noreen lo escuchó decir: “Sí está bien, sí está bien, de acuerdo”. Pero cuando Noreen le preguntó quién había llamado, él respondió que había sido un número equivocado.

Cuando la ausencia de Johnny llegó al primer mes, su madre creó la Fundación Johnny Gosch para desarrollar un programa de defensa de menores secuestrados. Empezó a moverse por todos los Estados Unidos. Unos meses después, Noreen Gosch salió en los medios diciendo que su hijo había sido visto en Oklahoma: una mujer había dicho que un niño le había pedido ayuda gritando mientras era arrastrado por dos hombres. Las pocas pistas que aparecieron no condujeron a ningún sitio.

--COMIENZAN LAS COINCIDENCIAS--

El 12 de agosto de 1984, Eugene Wade Martin, un adolescente que también repartía diarios, desapareció en Des Moines.

Tenía 13 años y había nacido el 17 de agosto de 1970. Gene, así le decían, tenía puesto jeans, una remera gris y blanca con mangas coloradas y unas zapatillas con tiras blancas en diagonal.

La última vez que lo vieron estaba preparando su paquete de diarios para distribuir esa mañana. Era una tarea que solía hacer con su medio hermano mayor. Casualmente, como Johnny, ese día estaba solo.

La situación impresionaba por lo calcada. Los testigos dijeron que Gene estuvo hablando con un hombre desconocido entre las 5 y las 5.15 de la mañana en la calle 12 y Highway Drive. El hombre tenía entre 30 y 40 años, era de contextura mediana y llevaba un prolijo corte de pelo. La conversación aparentaba ser amistosa.

El 12 de agosto de 1984, Eugene Wade Martin, un adolescente que también repartía diarios, desapareció en Des Moines

El encargado de Gene encontró su bolsa de diarios con diez periódicos dentro. Cerca de las 7.15 de la mañana llamó a la familia para decirles lo que estaba pasando y que había encontrado dicha bolsa abandonada en la esquina de la calle 14 y Highway Drive.

El padre de Eugene llamó a la policía para reportar su desaparición. La búsqueda comenzó a las 8.40. Los agentes sospecharon desde el principio que algo malo había pasado y clasificaron la desaparición como un secuestro. Enseguida pensaron que el caso podría estar conectado con el de Johnny Gosch ocurrido dos años antes. A pesar de los esfuerzos, no pudieron hallarlo.

Al momento de su desaparición, Eugene era un chico que adoraba el fútbol, pescar y los videojuegos. Su padre y su madre adoptiva se divorciaron luego de este drama y hoy los dos ya han muerto.

El caso jamás fue resuelto.

Septiembre de 1984: visibilizar a las víctimas

La historia de un segundo niño secuestrado con un idéntico modus operandi sacudió a la pequeña ciudad de Iowa. El diario The Register publicó avisos a página completa con imágenes e información de los chicos y una compañía local de camiones puso las fotos de sus caras en tamaño gigante a los costados de sus vehículos.

La imagen de los niños desaparecidos estuvo en todos los cartones de leche

En 1985 apareció una nota escrita en un billete de un dólar. Decía: “Estoy vivo Jhonny gosh”. El billete lo había recibido una mujer en una tienda de Iowa quien reenvió el billete a la policía. No fue tomado en cuenta, los detectives pensaron que era una broma macabra

En 1988 la familia recibió una carta, supuestamente de Johnny, desde Idaho. Ahí decía que había sido secuestrado y obligado a hacer cosas terribles. Que le habían teñido el pelo y le habían cambiado el nombre.

Tampoco pudo probarse nada.

Conquista legal

Noreen siempre estuvo convencida que el secuestro de su hijo no fue al azar. Gracias a su investigador privado que recogió numerosos testimonios de vecinos supo que Johnny había sido fotografiado varias veces en su camino al colegio. Dedujo que su hijo era el objetivo de una banda de pedófilos. La policía le dijo a Noreen que sacar fotos no era un delito y se terminó el asunto.

Noreen necesitaba hacer lo imposible, sentir que no abandonaba a su hijo, tener una misión. Con su Fundación Johnny Gosch daba discursos y conferencias. Llegó a dar 700 en un solo año. “El secuestro de Johnny tenía que servir para algo. Ese era mi trabajo”, reflexionó Noreen.

El 1 de julio de 1984 el proyecto de ley de Noreen se convirtió en ley en el estado de Iowa: la nueva ley exigía que las fuerzas del orden investigaran de inmediato los casos de niños desaparecidos en los que se sospechaba la existencia de un rapto. Ocho estados más la copiaron. Noreen terminó hablando en el congreso de los Estados Unidos invitada por el presidente Ronald Reagan. Su dedicación a la búsqueda de su hijo y a trabajar por la seguridad de otros chicos que desaparecían a diario en los Estados Unidos era a tiempo completo.

Noreen siempre estuvo convencida que el secuestro de su hijo no fue al azar. Gracias a su investigador privado que recogió numerosos testimonios de vecinos supo que Johnny había sido fotografiado varias veces en su camino al colegio. Dedujo que su hijo era el objetivo de una banda de pedófilos

Los años fueron pasando, el caso se mantenía helado y había pocas esperanzas. Jim Rothstein, un detective de policía retirado de Nueva York, y Ted Gunderson, un ex jefe de la sucursal del FBI de Los Ángeles, ayudaban a la familia como podían, pero ninguno pudo dar con una pista certera.

En 1986, otro chico desapareció en Des Moines. Marc Allen tenía 13 años y le dijo a su madre que planeaba caminar hasta la casa de un amigo a pocas cuadras de su casa. Nunca llegó y jamás fue vuelto a ver. Era el 29 de marzo de 1986.

Era el tercer caso, en el mismo pueblo, en solo cuatro años.

En 1989: ¿una red de pedofilia poderosa?

El primer testimonio real de alguien que supuestamente vio a Johnny Gosch ocurrió en 1989. Paul Bonacci, de 21 años, estaba enfrentando un juicio por el abuso de un menor de 5 años. Fue en esta instancia que confesó que años antes había sido captado, por la fuerza, por una red de pedofilia y había sido obligado a participar en el secuestro de Johnny Gosch. Bonacci, que era unos años mayor que Johnny, contó que él estaba sentado en el asiento de atrás del auto. Era un chico que estaba siendo usado para secuestrar a otro chico, buscando atraerlo hacia el coche. Según dijo habría quien hizo que Johnny se acercara y fuera secuestrado. Luego, lo habrían pasado del auto a una furgoneta a unas cuadras del lugar del secuestro.

Esto coincidía con el testimonio que un vecino de Noreen le había dado en su momento a su investigador privado, cuando ocurrió el secuestro: le había dicho que había sentido ruido, se había asomado a la ventana y había visto pasar un bulto largo envuelto de un auto a una van.

Según Bonacci él oficiaba de señuelo con el que los adultos atraían a las víctimas jóvenes en centros comerciales y parques. Atrapaban chicos y los llevaban a lugares aislados para subastarlos, entre los miembros de la red, por hasta 50 mil dólares. Bonacci habló también de orgías en las que participaban importantes congresistas, funcionarios públicos y autoridades policiales. Acusó también al hombre de negocios y político Lawrence King, de Nebraska, de manejar esta red de prostitución y de haberlo victimizado. El ANILLO DE FRANKLIN, Caso Franklin, así se lo llamó, era según Bonacci una red de pedofilia de un grupo con poder que practicaba el satanismo, la mutilación y el canibalismo de niños.

Noreen Gosch creyó en la versión de un testigo que años después habló de una red de pedófilos poderosos, que subastaban niños y hacían orgías

Noreen explicó por qué creía veraz la declaración de Bonacci: “Supe que lo que Bonacci decía era verdad porque esa información del vecino la habíamos recolectado con mi investigador privado y nunca la habíamos dado a conocer ni a la prensa ni a la policía”.

Además, su testimonio habría cobrado importancia luego de que revelara detalles físicos nunca antes revelados de Johnny. Por ejemplo una marca de nacimiento que Johnny tenía en el pecho, una cicatriz en su lengua y una quemadura en su pantorrilla.

También Bonacci fue capaz de contar algunas de las cosas que Jhonny había echo en su dia a dia, como por ejemplo, acompañar a su madre a clases de Yoga, algo que era cierto y que no se había mencionado en ningún medio.

Lamentablemente, en 1990 estos dichos de Bonacci fueron desestimados por falta de pruebas. La policía sostuvo que este joven no era creíble y que, según los psiquiatras, padecía trastorno de identidad disociativa. Quisieron quitarle toda la credibilidad solo por que tenia trastorno de personalidad. Aun así, hubo un juicio donde Bonacci era acusado por delitos de abusos a menores. Como decía tener relación con el caso de Jhonny, Noreen fue citada. Llegado a un punto en el juicio, el jurado quiso hacerle algunas preguntas  Noreen. El juez, le preguntó a Noreen si ella en los últimos años había visto a Jhonny, a lo que Noreen guardó silencio. El juez la miró y le recordó que se encontraba bajo juramento y que no podía mentir ni intentar evadir la pregunta, por lo que le repitió si ella había visto en los últimos años a Jhonny, ella lo miró y respondió que sí, y comenzó a relatar lo siguiente:

una madrugada de marzo de 1997, la despertaron alrededor de las 2:30. Tocaron la puerta de su departamento y cuando abrió ahí estaba Johnny Gosch, su hijo, ya con unos 27 años, acompañado por un hombre que nunca había visto antes. Dijo que su hijo le dijo que había sido secuestrado por una red de pedófilos, que había sido dejado de lado por ser mayor, pero que temía por su vida y que no era seguro para él volver a su casa.

Noreen aseguró que reconoció de inmediato a su hijo quien se levantó la camisa para mostrarle una marca que tenía de nacimiento en el pecho: “Hablamos alrededor de una hora o una hora y media. Él estaba con otro hombre, pero no tengo ni idea de quién era esa persona. Johnny miraba al tipo para obtener aprobación a la hora de hablar. No dijo dónde estaba viviendo ni dónde iba. La noche en que vino aquí, llevaba pantalones vaqueros y una camisa, y se había puesto un abrigo porque era marzo. Hacía frío y su cabello era largo, hasta los hombros y teñido de negro”.

La imagen que hizo la policía para poryectar cómo se vería Johnny ya adulto. Su madre contó que una madrugada de marzo de 1997, tocaron la puerta y cuando abrió ahí estaba su hijo, ya con unos 27 años, acompañado por un hombre que nunca había visto antes. Dijo que su Johnny le dijo que había sido secuestrado por una red de pedófilos

Luego dejaron la casa de manera abrupta y se fueron en un auto. Noreen llamó al FBI para que crearan una imagen robot de ese supuesto Johnny de 27 años.

John padre, quien ya estaba separado de Noreen, dijo no saber si esto había ocurrido o no y otros pensaron que la visita podía ser cierta, pero que debía ser alguien simulando ser Johnny.

Tres años después Noreen publicó un libro basado en esa noche: Por qué Johnny no puede volver a casa.

Sin pistas sólidas, las piezas estrambóticas del rompecabezas no terminaban de conformar una historia plausible.

Septiembre de 2006: viejas fotos de terror

Los eventos extraños siguieron 24 años después. La mañana del primero de septiembre de 2006 Noreen enloqueció cuando, en la puerta de su casa, encontró dentro de un sobre tres fotos (una en colores) que alguien le dejó. En las imágenes se veían tres chicos, de unos 12 o 13 años, atados y amordazados sobre una cama. Uno se parecía demasiado a Johnny. El adolescente tenía puestos los mismos pantalones que llevaba su hijo aquel día.

“¿Por qué están haciendo esto?”, se preguntó Noreen, “¿cuál es el mensaje?”.

Los investigadores, según ella, le dijeron que las fotos eran auténticas y que habían sido sacadas en la época del secuestro. Esto coincidía con lo que Noreen siempre había pensado: su hijo había sido secuestrado por pedófilos.

La mañana del primero de septiembre de 2006 Noreen enloqueció cuando, en la puerta de su casa, encontró dentro de ua puestos los mismos pantalones que llevaba su hijo aquel día

Pero el detective Nelson Zalva, que trabajó en el estado de Florida, aseguró que esas fotos eran de un caso que él había estado investigando en Canadá antes de la desaparición de Johnny, entre 1978 y 1979. Lo cierto es que Zalva no pudo probar lo que decía y Noreen sigue convencida de que esas imágenes son de su hijo. Zalva dijo que ese caso no terminó en un arresto porque los chicos habían posado para las fotos voluntariamente y que no habían admitido que el adulto los hubiera tocado inapropiadamente. Zalva no pudo dar más detalles con lo cual nada pudo probarse. Dijo: “Probablemente los padres encontraron las fotos y llamaron a la policía. Investigamos, identificamos a los chicos, pero ahí quedó todo”.

En cuanto a Paul Bonacci, se le entrevisto en varias ocasiones para un conocido programa llamado “los más buscados de América” donde se le pregunto por la supuesta red y los abusos que él había sufrido. Paul narró que el tenia este trastorno de personalidad a consecuencia de os abusos que desde pequeño tuvo que soportar, luego, fue por obligación ingresado en esta red , donde los abusos continuaron, según Bonacci, llego un punto en el que era, o seguir siendo víctima, o convertirte en el verdugo. Escogió la 2 opción. Acordarse de los hechos le llevo muchísimo tiempo ya que, según contaba, había momentos en que actuaba una personalidad y a veces actuaba otra, siendo así muy complicado poder unir toda la información.

Sobre la red, hablo de su nombre “ el anillo de franklin” y de cómo en muchas ocasiones, llevaban a los chicos a una casa en medio de la nada ubicada en California.

El programa decidió ir al lugar acompañado de Paul y hacer un programa sobre aquello. No esperaban encontrar lo que encontraron ya que una vez llegaron al lugar, dicha casa existía. Pero no solo eso pues al entrar en ella, Paul conocía el acceso a un túnel bajo tierra que tenia esta vivienda, el cual desembocaba en una especie de zulo donde había grabados en las paredes con nombres de varios niños.

Paul en la grabación de este reportaje estaba bastante afectado, muchas veces lloró y también parecía sufrir ataques de ansiedad debido a tener que recordar todo los sucedido.

Mientras dure la esperanza

Noreen y John padre se separaron en 1993. El padre de Johnny fue levemente sospechado por algunos sin pruebas de ningún tipo.

Las teorías sobre lo ocurrido hasta hoy, son:

Que el secuestro fue organizado por una red de pederastas integrada por policías y gente con mucho dinero y poder.

Que el padre de Johnny podría haber estado involucrado en esa red por esos extraños llamados telefónicos en la madrugada.

Que Johnny Gosch está vivo y se llama ahora Jeff Gannon.

Han pasado casi 39 años desde que Johnny se evaporó. Noreen no se entrega y hasta hoy se muestra convencida de que su hijo está vivo

Noreen luego de su divorcio alimentó la idea de que su ex era abusivo y cruel. En su libro contó que él llevó una vez a Johnny a una base de la Fuerza Aérea y que su hijo había retornado con pérdida de memoria. Dejó sembrada la duda sobre que podría haber estado involucrado con la gente que secuestró a su hijo. Pero lo cierto es que ni los otros hijos de la pareja ni el resto de la familia de Noreen hablaron jamás de que John fuera un hombre abusivo o violento.

En el año 2014, se emitió un documental llamado Quién secuestró a Johnny. Sus padres fueron entrevistados para la filmación.

Han pasado casi 39 años desde que Johnny se evaporó. Noreen no se entrega y hasta hoy se muestra convencida de que su hijo está vivo. Espera que algún día un Johnny adulto pierda el miedo y vuelva a tocarle la puerta.

Mientras viva, para ella, la esperanza será siempre su bien más preciado y el motor que la empuje a seguir luchando.


VÍDEOS TRATANDO EL SUCESO:


1º Parte:




2º Parte:




3º Parte:



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