CASO ASUNTA BASTERRA
CASO ASUNTA BASTERRA.
Rosario venia de una familia adinerada, rodeada de lujos gracias a su esfuerzo. Su padre era un honorable abogado que había estado incluso, en el cónsul de Francia. Su madre, una importante profesora.
Alfonso, sin embargo, era un periodista el cual no estaba acostumbrado a tener una vida de lujo, pero quería que su mujer siguiese teniéndola. Se casaron cuando llevaban 6 años de relación y fue entones cuando, pasados unos años, decidieron adoptar.
Rosario tenía problemas de salud y no le era posible tener hijos. De esta forma, llegaron a la decisión de adoptar, y ol hicieron en China, ya que los trámites son más rápidos y menos exigentes.
Era una niña que no pasaba desapercibida. Extremadamente inteligente, guapa, estudiosa y muy amable. Asunta siempre tenía una sonrisa que regalar, era una niña verdaderamente simpática y amable. Con buenos modales y muy respetuosa. Le encantaban las actividades extraescolares, como sería el ballet, la música (tocaba el piano y el violín, también estudiaba francés y chino).
Asunta creció muy apegada a sus abuelos maternos. La muerte súbita de su abuelo Francisco, en julio de 2012, siete meses luego de la de su esposa, la afectó muchísimo. Para colmo, Rosario y Alfonso se separaron poco tiempo después: el día de Reyes de 2013.
Él había descubierto que ella le era infiel con otro hombre que, además, era casado. Luego de una violenta discusión tomaron la decisión de divorciarse.
Asunta se quedó viviendo con Rosario en su departamento de siempre, un piso de 174 metros cuadrados valuado en 350 mil euros. Alfonso se marchó con su familia a Burgos primero y, luego, a Bilbao.
En el mes de mayo de 2013 Alfonso volvió a Santiago de Compostela con 6.000 euros. Se los había prestado una tía rica a la que le había pedido ayuda económica. Con ese dinero pudo alquilar un modesto departamento, sobre la calle República Argentina, a la vuelta del de Rosario y Asunta. No quería estar demasiado lejos.
En junio de 2013, por un problema de lupus que derivó en una seria depresión, Rosario fue internada en un sanatorio. Esto, hizo que Alfonso se ofreciera para ayudarla con Asunta. Eso sí, le exigió a cambio que dejara a su amante. Era su única condición.
Rosario aceptó, pero estaba demasiado fascinada con su nuevo amor. Decía que su ex era “un muy buen amigo y un mal marido” y lo definía como un “padrazo” con Asunta.
Cuando le dan el alta, Alfonso cumple con todo lo convenido: comen los tres juntos, ven películas y él cuida esmeradamente de Asunta. Pero Rosario continúa con las escapadas con su amante. Nunca pensó cumplir con lo prometido.
A principios del mes de julio empieza una cadena de hechos alarmantes e insólitos. La noche del 4 de julio, en el departamento del tercer piso del número 31 de la calle Doctor Teixeiro, donde viven Rosario y su hija, se produce un episodio digno de una película de terror: un hombre enmascarado y vestido de negro trata de estrangular a Asunta mientras duerme. Rosario la habría salvado haciéndolo huir. Luego contaría que su hija había dejado las llaves puestas del lado de afuera de la puerta de entrada. Y, ante la sorpresa de los familiares, dió por terminado el tema.
Los hechos estrafalarios continuarían.
A la mañana siguiente, la pareja empieza a comprar cajas de Lorazepam, una droga para el manejo de la ansiedad y del sueño.
Alfonso va a la farmacia el 5 de julio y se lleva 50 comprimidos. Cuatro días después, el 9 de julio, Asunta va a su clase de música luego de haber dormido en casa de su padre. Una profesora relató, durante el juicio, que ese día la alumna: “No pudo recibir clase. Andaba en estado de sonambulismo”.
A la semana, Asunta se fue por unos días a Portonovo con sus amigas y volvió el 17 de julio. Curiosamente, ese mismo día, Alfonso vuelve a la farmacia para comprar una caja de 25 comprimidos.
Más tarde , vuelve al establecimiento para que le den más pastillas: dijo haber “perdido” lo que había llevado.
En total, en el mes de julio de 2013, compró 125 comprimidos.
El 22 de julio hubo otro episodio de somnolencia con Asunta.
Esta vez ella le dijo a sus profesores de música algo que sonaba increíble: que sus padres la “engañaban” y que su madre le daba “unos polvos blancos que la hacían dormir durante días”. Al ser consultados, los padres, hablaron de una supuesta condición alérgica de Asunta por la que “estaba en tratamiento”.
El pediatra que la atendía negó cuando declaró que la pequeña sufriera alergia alguna.
El siniestro plan ya estaba en marcha. Asunta se hallaba en manos de sus victimarios. Esos padres que debían cuidarla y quererla, estaban preparando otro destino para ella.
El 30 de julio, otra vez en busca de remedios, Rosario acude a su consulta con el psiquiatra Ramiro Touriño. Le miente y le dice que no está medicada (aunque Alfonso, en realidad, llevaba todo el mes comprando Orfidal). Este médico, sin saber lo que ocurría, le vuelve a recetar Lorazepam.
Esa receta no sería usada durante agosto. No la necesitaban. Asunta estaba de vacaciones, lejos de ellos: pasó del 31 de julio al 22 de agosto con su madrina en Vilanova de Arousa y, del 28 de agosto al 10 de septiembre, con la señora Carmen Amarelle -que la cuidaba desde que había sido adoptada- en Val do Doubra.
Apenas volvió a casa comenzaron, otra vez, los problemas. Faltó a su clase de ballet y al segundo día del curso escolar porque “se sentía mal”, esgrimieron sus padres.
Qué casualidad, el día anterior, el 17 de septiembre, Alfonso Basterra había vuelto a la farmacia para conseguir ¡50 pastillas más de lorazepam! Ya poseían un verdadero arsenal químico… ¿para qué? ¿para quién?
El viernes 20 de septiembre Asunta se quedó sola en su departamento. Rosario se había escapado a pasar el día a Pontevedra con su amante (la persona en cuestión sería un poderoso empresario). Previendo lo tarde que llegaría llamó a Alfonso y le pidió que se ocupara de su hija. Por supuesto, le mintió: le dijo que estaba retrasada con una amiga.
Asunta ya era claramente una molestia y una carga para esa madre que solo quería una libertad sin agenda ni compromisos escolares para su nuevo amor.
Para el día de los hechos, tendríamos que situarnos en el 21 de septiembre del año 2013, cuando Rosario Porto denuncia la desaparición de Asunta.
Esa misma tarde en un intervalo de entre las 19:00 – 19:30h,, su madre, Rosario, había dejado a la pequeña en el domicilio donde ambas convivían
Asunta se quedó sola en casa, en su cuarto concretamente, donde se encontraba haciendo los deberes.
Según Rosario, ella entró en la habitación de Asunta y le dijo que tenía que ir a hacer unos recados, pero que no tardaría. Le pidió a Asunta que la esperase allí, que no se fuera pues ella, volvería pronto.
Rosario se despidió de su hija, cerró la puerta de la habitación y abandonó el domicilio.
Cuando Rosario regresó, Asunta no se encontraba en ningún lugar de la vivienda. Llamó a Alfonso para contarle lo sucedido y ambos fueron a denunciar la desaparición de la pequeña sobre las 22:30 de la noche.
La policía decidió tomarle declaración a ambos progenitores para saber como habían podido suceder los hechos y cuando.
Rosario relató lo narrado anteriormente. Sobre las 19-19:30h abandonó el domicilio dejando a Asunta haciendo los deberes de historia, le dijo que no tardaría y se marchó. Al regresar 3h después, la niña no estaba en casa. Según ella, la puerta tampoco estaba forzada ni había indicios de robo o pelea en la vivienda.
En la madrugada del día siguiente, dos personas descubrieron un cadáver en una pista forestal de la parroquia de San Simón de Ons de Cacheiras, en el municipio de Teo destaque a solo 5 km del lugar del hallazgo esta la casa de campo de Rosario Porto en Montouto, también en Teo), alertando a los Servicios de Emergencia, quienes identificaron el cuerpo de la niña desaparecida.
El cuerpo se encontró boca arriba ( aunque podría haber sido dejado boca abajo y se movió cuando el testigo decidió acercarse y ver que era. Estaba vestido, con una camiseta blanca y unos pantalones, cerca del cuerpo se encontraron unas cuerdas de color naranja, los investigadores decidieron cogerlas para analizarlas y ver si tenia algo que ver con el crimen. No se le pudo tomar la temperatura al cuerpo, según los forenses, por que al estar en medio de un paraje, al manipular el cuerpo podría contaminarse por completo, por lo que decidieron cubrir el cuerpo para que no pudiese estar en contacto con nada mas , lo trasladaron para someterlo a la autopsia y posteriores análisis
El día 24 de septiembre la madre, Rosario Porto, fue detenida e investigada por un presunto delito de homicidio. Esto ocurrió en el tanatorio, tras que el cuerpo de Asunta fuese incinerado.
Un día después también el padre, Alfonso Basterra, fue detenido e investigado.
Todo esto fue a raíz de diversas contradicciones en sus declaraciones, como por ejemplo, que Rosario había declarado que dejo a Asunta en casa. Pero se pudo comprobar por una camra de vigilancia que Asunta iba en el coche con Rosario aquella tarde.
Fueron arrestados como medida preventiva.
Final de 2013 - Empieza la investigación
En octubre, los análisis toxicológicos revelan dosis elevadas de ansiolítico en el cadáver de Asunta. Que consumió altas dosis de sedante en julio y en las horas previas a su muerte. También encuentran restos de semen en la camiseta de la niña, supuestamente eran de un hombre de nacionalidad colombiana que fue imputado en el caso, pero el acusado negó que estuviera en Galicia el día de autos. El juez descarta su imputación seis meses después porque hubo una contaminación de pruebas en el laboratorio.
En noviembre, el juez levanta el secreto del sumario. En el auto, el magistrado está convencido de que los padres de Asunta tenían un “plan concordado” para matar a la niña
Uno indicios que llevarían a los investigadores directamente hacia el ex matrimonio fueron:
-Unas cuerdas naranjas que fueron halladas en la propiedad de la madre y eran semejantes a las usadas para atar el cadáver. Coincidían en su composición química y en sus propiedades físicas.
Hay dos datos muy curiosos que ayudaron a la investigación a raíz de esto, la primera que las cuerdas en cuestión ya no se fabricaban, por lo que era improbable que dos personas sin relación aparente tuvieran algo que ver con el crimen.
La segunda, que estas cuerdas fueron halladas en el lugar del crimen y en la casa de Montouto, propiedad de Rosario. Cuando los agente llegaron junto a ella para realizar el registro, Rosario tuvo que desconectar la alarma de seguridad (acción que también se realizó el día del Asesinato de Asunta, minutos más tarde de ser captada por la cámara de vigilancia dirección a Montouto.
Cuando entraron en dicha vivienda, Rosario quiso ir al baño, lo pidió con bastante insistencia, por lo que varios agentes decidieron acompañarla. Al llegar, primero entró un agente para ver si había algo raro allí por lo que Rosario quisiese ir, en ese momento, la mujer se fue directamente a por la papelera del baño. El policía que estaba en el lugar fue más rápido, y consiguió cogerla antes que Rosario. Ella incluso intentó quitársela al agente sin éxito. Cuando este la abrió, encontró trozos de cuerda naranja, y varios papeles arrugados.
- Uno tenía rastros biológicos de Asunta y el otro de madre e hija. Se cree que Rosario los habría usado cuando la asfixió.
-La presencia, en la sangre de Asunta, de un ansiolítico en cantidades tóxicas (0,68 miligramos de lorazepam por mililitro de sangre equivale a más de 27 pastillas).
-La notebook y el segundo móvil del padre desaparecieron apenas iniciada la investigación... pero “alguien” los devolvió al departamento luego de manipular sus datos.
-Los testimonios de cinco profesores de música que dijeron que la menor iba como “drogada”. Dos de ellos reconocen que Asunta les había hablado de unos “polvos blancos” que le daba su madre, que había pasado “dos días durmiendo” y que esos polvos “la hacían olvidarse de las cosas”.
-Las alfombritas de la moqueta de la parte trasera del auto de Rosario habían desaparecido.
Una mancha en la chqueta que tenía apuesta Asunta fue analizada por el departamento de Biología del Servicio de Criminalística de la Guardia Civil y se determinó que era semen. Pero se probó que la prenda había sido contaminada en el laboratorio: habían usado las mismas tijeras con las que habían cortado un preservativo de un hombre (el del ADN hallado de la mancha) investigado por una agresión, para el momento del crimen se encontraba en Madrid,
Por otra parte, gracias a testimonios, las cámaras de vigilancia y a los registros de los teléfonos y dispositivos digitales, se han podido reconstruir las actividades de los padres en las horas próximas a la desaparición y muerte de su hija:
RECONSTRUCCION CRIMEN ASUNTA
13:55 Asunta deja su casa.
14:00 Pasa ante la cámara de una sucursal bancaria, camino del piso de su padre, con quien va a comer;
17:59 El primer móvil del padre registra una llamada desde su piso;
18:21 Asunta pasa ante la misma cámara, de vuelta al piso de su madre;
18:28 Pasa caminando también de vuelta Rosario Porto hacia su piso;
18:38 El móvil de Asunta, situado en el piso de su madre en Santiago, registra una conexión;
19:12 Rosario Porto vuelve a aparecer en otro foco entrando en el garaje de su vivienda;
19:18 La niña es vista por unos conocidos en compañía de su padre, Alfonso Basterra, en las proximidades de la vivienda de Porto;19
19:22 El coche conducido por Porto rodea una rotonda camino de Teo. A bordo se ven las figuras de ella y su hija; se cree que Alfonso podria ir en el asient trasero oculto o quizá, no pudo apreciarse en la cámara.
19:35 La alarma de la casa de Teo se desconecta;
19:00-20:00 Hora estimada de la muerte de Asunta según los forenses;
20:29 La madre hace una conexión de datos de internet;
21:47 El primer móvil del padre registra una conexión;
21:53 La alarma de la casa de Teo se vuelve a conectar. A esa hora (aprox.) un vecino saluda a Porto, en coche, pero no ve a la niña; este declara que nota a Rosario rara, nerviosa y con prisa. Menciona que solo le saludo y no quiso hablar.
22:00 El padre aparece en las cámaras pasando una y otra vez, hasta en nueve ocasiones, por delante del objetivo de la sucursal bancaria;
22:05 El móvil de Asunta registra una conexión, a la que siguen en torno a una veintena a varios teléfonos, hechas por el padre;
22:30 Los padres denuncian la desaparición de Asunta en la comisaría central de Santiago de Compostela;
00:39 (aprox.) Un vecino pasa cerca del lugar donde más tarde será encontrado el cadáver, sin ver nada extraño,
01:30 (aprox.) Una pareja de jóvenes que se dirigen a la parroquia de Oza encuentran el cuerpo de la niña;
01:39 La Guardia Civil recibe el aviso de que dos personas afirman haber encontrado un cadáver
07:00 Se procede al levantamiento del cuerpo;
En una primera versión de los hechos, Rosario Porto había declarado que dejó a Asunta sobre las 19:00 horas en su casa de Santiago de Compostela, y que cuando regresó un par de horas después, la niña ya no estaba. Modificó su testimonio cuando conoció la existencia de imágenes de cámaras de seguridad en las que se la veía en el coche junto a la menor en dirección a Teo. Según la nueva versión Porto regresó a Santiago de Compostela hacia las 17:50 dejando a Asunta cerca de la casa del padre, y volvió a su casa de Montouto. También el testimonio proporcionado por Alfonso Basterra incurrió en contradicciones.
A raíz de todo esto, dicho por testigos y visto en las diversas cámaras de grabación que estaban en el camino que siguieron hasta llegar a la casa de Montouto, también, por la cantidad de pastillas que Asunta había ingerido, dedujeron lo siguiente como principio de este arduo plan:
El sábado 21 de septiembre, la familia (resulta difícil llamarla así) almuerza en falsa armonía a las 14 horas. Los tres en el departamento de Alfonso, que prepara el almuerzo. Luego, juegan a las cartas. Allí, no lo confiesan ellos pero lo deducen los investigadores, le habrían dado a su hija la última y altísima dosis de lorazepam , la cual iba oculta en la comida.
Luego, se ve a asunta yendo hacia el domicilio materno, mas tarde pasa Rosario por la misma cámara de vigilancia, y ahí, es donde continua toda la recreación mencionada anteriormente.
El 19 de noviembre de 2013 se levantó el secreto de sumario y trascendió un escrito en el que constaba la convicción de los investigadores: los padres de Asunta tenían un perverso plan acordado para matarla, él iba a ser el encargado de drogarla para aturdirla y Rosario se ocuparía de la asfixiarla.
En junio de 2014, el juez Taín puso fin a la instrucción del caso, dando paso al proceso de apertura de juicio oral. En octubre, la Sección Sexta con sede en Santiago terminó con los últimos trámites judiciales. La selección del jurado popular se inició en mayo de 2015, estando previsto el comienzo del juicio para entre el 23 de junio y el 17 de julio del mismo año, pero se produjeron algunos retrasos y fue finalmente a principios de octubre de 2015 cuando se inició el juicio en la Audiencia Provincial de A Coruña, con 84 testigos y 60 peritos.
VEREDICTO
El juez que se encargó del caso fue José Antonio Vázquez Taín, conocido por su actuación anterior y reciente en la recuperación del Códice Calixtino (2012) y en el caso del accidente ferroviario de Angrois (2013). El caso motivó gran interés y fue objeto de numerosos reportajes en los principales medios televisivos españoles.
En noviembre de 2015, apenas dos semanas después de conocerse el veredicto se conoce la sentencia contra los padres de Asunta Basterra: 18 años de cárcel para cada uno por un delito de asesinato con la concurrencia de la agravante del parentesco.
El día 18 de noviembre de 2020, Rosario Porto fue hallada ahorcada en su celda de la cárcel de Brieva (Ávila), donde cumplía condena por el asesinato por el que fue encarcelada.
ENLACES DIRECTOS A LOS VIDEOS HABLANDO SOBRE ESTE CASO:
1ª PARTE :
2ª PARTE:
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