CASO MARIA LUISA BLANCO
María Luisa Blanco, vivía en Oviedo, en el barrio de Vallobín, junto a su
madre, María del Rosario y su hermano Pablo, los 3 con discapacidad, en la
calle Mariscal Solís n21.
María Luisa, tenía 36 años para el momento en el que su vida comenzó a
cambiar. Era una joven discapacitada y minusválida, la cual necesitaba una
silla de ruedas para poder moverse.
Su hermano Pablo, con una minusvalía y discapacidad mental, enfermedades ya
diagnosticadas, vivía junto a María Luisa y la madre de ambos en este piso
familiar. Este joven, decidió meter a un inquilino en el domicilio, llamado
Cristian Mesa, un joven que tenia 20 y pocos años de edad que era su amigo.
Más tarde, este supuesto amigo, Cristian, convenció a Pablo para que
metiese a otro inquilino, amigo suyo, la vivienda, pero este no venía sólo. El
nuevo inquilino era Jesús Villabrille, junto a su novia Larisa, de 17 años para
el momento de los hechos y el bebé de ambos, de unos 10 meses.
En principio todos estos inquilinos, iban a pagar un alquiler por vivir en
la casa junto a la familia Blanco, pero estos 3 jóvenes tenían unos planes
totalmente distintos y crueles que iban a llevar a cabo.
El 25 de junio de 2009, se recibió una llamada en la comisaría de Policía
Nacional por parte de Jesús Villabrille, inquilino de la casa de Vallobín,el
cual relataba, que tras llegar de un viaje de Madrid, se encontró el cuerpo de
una mujer descuartizada en la nevera del piso.
Los agentes acudieron ese mismo día y sin esperar ni un solo segundo, al
número 21 de la calle Mariscal Solís. Al llamar a la puerta, les abrió Pablo,
hermano de María Luisa, el cual directamente les dijo haber matado a la joven.
Los agentes recogieron el cuerpo, que se encontraba en el frigorífico y la
cabeza, en el congelador.
Al realizarle las pruebas necesarias, se supo que la joven asesinada era
María Luisa Blanco, hermana de Pablo. El motivo de la muerte no se pudo
conocer, aunque los forenses se inclinaba obviamente, por la de un asesinato.
La fecha estimada sí pudo conocerse. El día de San Juan, el 23 de Junio de
2009, 2 días antes de que Jesús Villabrille alertase a la policía del hallazgo
del cuerpo.
Se pudo saber que el viaje a Madrid que este
último le había relatado a la policía era totalmente incierto, por lo que su
coartada se desmoronó, obviamente también la de s pareja, la cual había dicho
lo mismo, haber estado en Madrid por esos días y encontrar el cuerpo al llegar
al piso. Decidieron dar otra coartada, que ellos se encontraban en una de las
habitaciones del piso viendo la tele. Por lo que no sabían que había pasado o
quien había sido. Más adelante, esta coartada también se derrumbó.
Aunque en el primer momento fue Pablo, hermano
de la víctima, quien se auto inculpó de los hechos, más tarde aseguró que tanto
Cristian Mesa, como Jesús Villabrille tenían relación con lo sucedido. Fue así,
como Pablo comenzó a relatar todas las atrocidades que les habían hecho tanto a
él, como a su madre y hermana. Malos tratos diarios, palizas, robos, amenazas…
Le tomaron declaración a los 5, madre y hermano
de María Luisa, y los 3 inquilinos del piso, Cristian Mesa, Jesús Villabrille y Larisa , pareja de Jesús.
Rosario, madre de M. Luisa, fue la única que no
cayó en ninguna contradicción, como si lo hicieron el resto de los interrogados.
Para comenzar, por que Pablo, afirmó haberla
matado, pero se pudo descubrir debido a los interrogatorios, que no fue él
quien la mato, si no quien la descuartizó en la bañera. Y que lo hizo, para que
no tuviese que hacerlo su madre, que tanto Cristian como Jesús, estaban
obligando a que lo hiciera.
Este joven se auto inculpó porque así se lo
ordenaron los demás bajo amenazas de muerte, malos tratos y abusos diarios.
Tras todos los testimonio, los agentes pudieron
descubrir que todo comenzó cuando llegó al domicilio el segundo inquilino, Jesús,
junto a Larisa y el bebé.
Estos, una vez en el domicilio, comenzaron a pedirle,
tanto a Rosario, como a María Luisa, la paga que recibían por minusvalía, la
cual era de unos 1500 euros. Luego ya no se la pedían, si no que, mediante
golpes y palizas, se la robaban. Todo esto, teniendo a Pablo, en un vaivén continúo
de bando. A veces también era maltratado o vejado por esos inquilinos, y otras,
era el agresor, bajo amenaza y obligación de los demás.
Sometían a M. Luisa y a su madre, Rosario, a
juegos de asfixia, donde cada uno de los sujetos, agarraba del cuello a una de
las dos mujeres y jugaban a dejarlas sin aire. Algunas veces, cuando las
dejaban aturdidas o recuperándose del ataque, otro de los individuos, cogía un
libro gordo y les daba repetidos golpes.
Incluso, una de las veces, la familia Blanco
acudió a poner una denuncia a comisaría por todo lo que estaban sufriendo y
además se fueron del piso. Pero uno de los amigos de Pablo, lo convenció para
que volvieran y retiraran la denuncia. Cosa que hicieron por miedo.
También se pudo saber, que tanto Cristian como Jesús, obligaron alguna que otra vez a que Pablo, tuviese un contacto sexual con su hermana. Él negó que esto ocurriese, pero sin embargo los otros 3 si aseguraron que esto ocurrió en alguna que otra ocasión.
A Larisa no se le mencionó en ningún momento por parte de ninguno de estos
3 hombres, pero en uno de los interrogatorios, ella se posicionó en la escena,
y sin querer, se delató.
Aseguró que ella, solo había dado un par de
golpes a M. Luisa con un libro, la tarde en la que murió la joven.
La recreación de los hechos, al unir todos los
testimonios y eliminar lo que se sabia que era incierto, fue la siguiente:
El día 23 de Junio de 2009, los agresores de la
familia Blanco, decidieron llegar un poco más lejos de lo que y llegan sus
crueles e inhumanas torturas.
Para comenzar, Jesús ordeno a Cristian antes de
salir de casa ese día, que cuando volviese quería ver ek trabajo hecho. Por lo
que Cristian, así lo hizo.
Se cree que el plan principal, según lo dicho
por Jesús, era matar a M. Luisa directamente o algo así, pues Cristian la
apuñaló en varias ocasiones, de forma superficial. Este último dijo ante los
agentes que no quiso haberle daño en ese momento , ni quitarle la vida, por eso
no la mató.
Cuando Jesús llego a la casa y vio la
situación, se cree que pudo comenzar uno de sus juegos macabros y que tras una
paliza y una ducha obligada de agua fría com0 tenía acostumbrado,
Le
desinfectaron las heridas con alcohol y algodón e hicieron que se pusiese de pie.
Al caer, uno de sus agresores la esperaba con una barra de hierro en la mano,
con la que le daría una brutal paliza, otro agresor, esperaba atento a que cayese
al suelo, para poder darle patadas, la otra, Larisa, la esperaba para golpearla
con el libro.
Cuando la joven se cayó al suelo y recibió toda
esta repetición de golpes por todos lados de su cuerpo, Cristian la agarró del
cuello, con la intención de asfixiarla. Aunque delante de los agentes, dijo no
haber apretado con la intención de matarla, si no para hacer creer a Jesús que
ya estaba sin vida o
Inconsciente, pero Jesús, cuando Cristian soltó
el cuello de M. Luisa, agarró una botella de whisky y la introdujo directa y
totalmente en la boca de la joven. La vació. No se ha podido saber a ciencia cierta
si la joven se encontraba con vida para este momento, aunque se cree que si.
En su
cuerpo se encontraron unos 4,43grados x litro en sangre, una cantidad mortal.
Si M. Luisa estaba con vida hasta este momento,
habría muerto por la cantidad de alcohol obligada a ingerir.
La joven
no pudo superar ni resistir todos estos golpes y torturas que le ocurrían a
diario.
Al pasar un rato y ver que M. Luisa no se movía,
comprobaron que estaba sin vida. Ahora, tenían que buscar una forma de
deshacerse del cuerpo, fue cuando comenzaron a obligar a la madre de la joven a
que la descuartizara. Naturalmente, esta mujer no quería hacer eso, pero
después de ver hasta el extremo que podían llegar estas personas, no le quedaba
más remedio, si no ella correría la misma suerte.
Pablo, el hermano mayor, fue quién
supuestamente decidió hacer esto, para que no tuviese que hacerlo su madre. A
esta última la retiraron hacia un cuarto y la encerraron mientras que aquello
se producía.
Primero cogieron el cuerpo sin vida de M. Luisa,
para luego moverlo hacia la bañera donde sería descuartizado. Tras esto,
guardaron el torso en el frigorífico y
la cabeza en el congelador de la vivienda, para poder seguir con el plan de
eliminar el cuerpo
Jesús tenía una macabra idea para continuar el
plan. Ir a un refugio de animales, llevarse un par de perros hacia la vivienda,
cocinar la carne y dársela de comer a los animales.
Pero, por algún motivo, este plan se vio
abortado cuando decidieron llamar a la Policía y culpar a Pablo, hermano de la víctima,
del asesinato de la joven. Comenzaron así, dos días de torturas y amenazas,
para que Pablo declarase ser él el único culpable y autor de la muerte de su
hermana.
El juez
consideró que participaron en el crimen (Larisa como inductora) y añadió una
suerte de delitos hasta sumar penas de más de 140 años de prisión, que después
el Supremo rebajó.
El hermano
de la víctima, Pablo, ya ha cumplido su condena de diez años en la cárcel
(nueve por asesinato, dos meses por un delito de maltrato habitual y diez meses
por un delito de lesiones). Eso sí, lo hizo en libertad, ya que llevaba dos
años viviendo en un piso de acogida de la asociación Albéniz en Pumarín. En un
principio fue condenado a 28 años y cinco meses, pero el Tribunal Supremo
redujo la pena a esos diez años.
Jesús
Villabrille, en cambio, permanece en el penal de El Puerto de Santa María; y
Cristian Mesa, en la cárcel de León. El primero, Jesús, está considerado como
el cerebro de los acontecimientos que desembocaron en el espeluznante asesinato
de María Luisa: cumple una condena de 77 años de cárcel. Sobre Mesa pesan 62
años. Si no median permisos, ambos deberían cumplir 30 años de internamiento.
Hubo una cuarta protagonista en el crimen . La novia de Villabrille, Larisa. Fue procesada por el Juzgado de Menores y condenada a diez años de internamiento en Sograndio, que acaba ahora de cumplir, porque, entre otras cosas, «no hizo nada por evitar el crimen»
La convivencia fue espeluznante. Villabrille, apodado 'El duque', apoyando en Larisa, comenzó a maltratar a la familia Blanco, «intelectualmente débil» y cuyos integrantes «rozaban la discapacidad». Villabrille, el cerebro, se aprovechó de ello, se quedaba con el dinero de los Blanco y era violento con ellos. En este marco, María Luisa encontró la muerte. Los agentes de Policía que accedieron a la vivienda se toparon con una «escena demencial». Así quedó relatado en una de las primeras descripciones policiales.
CONDENAS A LOS CULPABLES:
Jesús Villabrille |
Cerebro del asesinato
Cumple 77 años de condena en el penal de El Puerto de Santa María como
cerebro del asesinato
Cristian Mesa | Colaborador directo
Afronta una
pena de 62 años de cárcel como participante del crimen de María Luisa Blanco
(supuestamente había sufrido abusos por parte de otros niños en su niñez)
Pablo Blanco | Hermano de Maria Luisa
Condenado a
28 años y 5 meses, el TS redujo su condena a diez y en 2017 quedó en libertad
tutelada
Larisa | Novia de Villabrille
Fue
condenada a diez años de internamiento en un centro de menores y está a punto
de salir en libertad
Estaba acusada de hasta 15 delitos, que van desde la extorsión, la
detención ilegal y agresiones sexuales hasta el asesinato. Finalmente, y aunque
se le otorgó ser la mente pensante de este crimen, quien lo pensó todo y dio
las órdenes a los demás, la defensa se centró en hacer ver que ella era la úica
menor y que no podría haber sido capaz de manipular ni extorsionar a 4 personas
mayores que ella, además afirmaban con fuerza, que el único delito que podría
caerle era por omisión de socorro, por conocer o ser testigo presencial de lo
que ocurria en aquella casa y no hacer nada por pararlo o solucionarlo.
Desgraciadamente, se vio amparada y protegida la ley del menor, con todos los derechos que
eso conlleva, entre ellos, el no ir a una cárcel de adultos y no ser juzgada
como adulta, es por eso que cumplió 10 años en un centro de menores.
Para mí, teniendo en cuenta que casi nada o nada es un motivo para asesinar, mucho menos este ni de las formas en la que todo sucedió, Larisa, aun siendo menor de edad debería de haber abandonado la vivienda o haber buscado ayuda de algún tipo. Yo pienso , que a esa chica, aunque según ella solo le diese algún golpe a M. luisa, es suficiente para ser juzgada como una adulta, porque con 17 años, eres suficiente mayor para saber que eso no se hace, y además, si no tienes como parar lo que está ocurriendo, tampoco te quedas mirando como si fuese un show… deberían de haber sido algo más duros con ella a mi parecer, ya que también se supo que parte de las amenazas y las torturas psicológicas hacia los Blanco, se producía por su parte...
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